DATOS DE LA RUTA
HORA DE SALIDA: 07:57
HORA DE LLEGADA: 14:26
TIEMPO DE PEDALEO: 04:19
TIEMPO TOTAL EMPLEADO: 06:29
DISTANCIA RECORRIDA: 55.1 Kms.
TEMPERATURA MEDIA: 13.0 ºC ( mín.: 6.0 ºC máx.: 15.0 ºC ).
SENTIDO DE REALIZACIÓN: habitual
OBSERVACIONES: Después de bajar el puerto de la Acebeda, en tierras segovianas y antes de llegar a Pedraza, nos cayó gran cantidad de lluvia que nos caló hasta los huesos, teniendo en cuenta que no íbamos preparados. Esto hizo que decidiéramos buscar refugio en un bar de Rades de Abajo para calentarnos. Posteriormente decidimos acortar por carretera algunos tramos. La bajada final la hicimos por pista en lugar de por la trialera porque era tarde.
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ASISTENTES: (13)
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caídas en la ruta: (0)
pinchazos en la ruta: (1)
averías en la ruta: (0)
2016 – Odisea en la ruta (La Acebeda – Pedraza)
Como siempre que vas bajando en la clasificación de “Estadísticas de los ciclistas” “Por crónicas realizadas”, miras a ver quién te salva de hacerla, en este caso era Emilio, se había apuntado a la ruta con algún pero, que si madrugar, que si acompaño a David, total que ya empecé a pensar que posiblemente me tocaría a mí.
6:10 h.- Me levanto de la cama, enciendo el movil, y sonidito del “guasa”, mis sospechas se confirman, Emilio ha dormido mal y no va a la ruta, si los que dormimos mal no fuéramos a las rutas iría el alcalde solo, acompañado de Emilio cuando duerma bien, en fin ya vale ya de quejarse y al lio.
7:45 h.- Llegada a La Acebeda, 11 bikers dispuestos a enfrentarse a una de las rutas más duras del calendario, nos faltan 2, David Verdes y Marcos que nos cogerán por el camino, por lo que seremos 11+2. Todavía me acuerdo del año pasado, como sufrimos, este año el alcalde lleva días diciendo que ha cambiado el final, que no subimos directos, que subimos un tramo, pista horizontal, y luego subimos otro tramo, que hay que dosificarse, nada de quemarse en el llano, que luego no podemos subir, eso sí, esta variante supuestamente “compasiva” con nuestras piernas hará que el recorrido aumente en 2-3 kilómetros.
Empezamos como casi siempre, sufriendo, digo subiendo el puerto de La Acebeda, 5 kilómetros duros, con el aire de cara, que subo hablando con Flu a un ritmo aceptable, sin prisas, hay gente que viene por detrás y nos tocara esperar arriba, y la ruta es muy larga. Llegamos arriba, y hala para abajo, hacia Prádena, en mitad de la bajada hay que tomar un desvío a la derecha, Javi Ignacio se lo pasa, yo le aviso, pero no me oye, es normal, todo el mundo sabe que yo hablo bajito, es una de mis muchas virtudes. Allí esperamos a que vuelva a subir, menos mal que oyó el movil. Ignacio (Ibarrola)aprovecho para pinchar, con lo cual David y Marcos nos cogen, así que ya estamos todos.
Llegamos a Prádena, de allí dirección a Arcones, empieza a llover, no a chispear, sino a llover de verdad, diluviar en algunos momentos, y nosotros sin un arca. Vamos por sitios embarrados, el día es muy desagradable, ahora viento y lluvia, Victor, Marcos y yo, vamos por delante y el camino esta vallado, ahí atrás hay un puerta, volvemos y pasamos uno de los momentos surrealistas del día, Javi Ignacio llamando a Victor por teléfono, que como tiene las manos mojadas no lo puede coger, la tecnología de las pantallas táctiles, cuando había botones esto no pasaba. Me llaman a mí, se quieren dar la vuelta, son 10 y nosotros 3, pero Victor dice que de eso nada, que hay que hacer la ruta, no entiende de mayorías ni de sentido común, que es el menos común de los sentidos. Marcos y yo le hacemos ver que es lo lógico, estamos empapados y llenos de barro, empezamos a tiritar, pero él, cómo es, muy ¿cabezón?, no entra en razón, finalmente los otros 10 vienen y decidimos ir a u un pueblo que se ve un poco más allá, Rades de Abajo, un espejismo entre la lluvia y el frio.
Ignacio y Manuel se van al pueblo, y Victor, erre que erre que quiere seguir el track, rebelión y golpe de estado, finalmente todos al pueblo, Victor cabreado como una mona, es la primera vez que se enfada, bueno a lo mejor no. En Rades de Abajo, un pueblecito de 90 habitantes en invierno, tienen un bar, que se llama Distinto, y una señora muy amable que atiende. Yo le llamaría el Paraíso, y la señora fue como una buena samaritana, dijo que no pasaba nada porque pusiéramos todo de agua y barro que daba pena. Pedimos cafés con leche y “Colacaos”, y la buena señora nos puso unos torreznos que estaban buenísimos y calentitos para picar.
Mal que le pese a Victor, esta parada nos dio la vida, entramos en calor, pues la mayoría de nosotros estaba tiritando, dejo de llover, y decidimos seguir a Pedraza por carretera. Cuando llegamos el cielo decidió regalarnos otro chaparrón del que nos refugiamos en los soportales, 15 minutos jarreando, nosotros en un soportal y Victor en otro, para un vez que se cabrea tarda en que se le pase. Deja de llover, pero decidimos ir por carretera, Cañicosa, Matabuena, Matamala, y a SUBIR.
Si subir con mayúsculas, nos quedan 13 kilómetros, al principio la subida es más llevadera, pero luego hay 3 kilómetros que ponen a prueba nuestras piernas Nos reagrupamos y pista horizontal, sé que los últimos 5 kilómetros son de bajada, por lo que cuanto más pista horizontal haya menos queda de subida. Llegamos a un sitio donde el viento ha arrancado los árboles y hay 3 en el camino, pasamos, con alguna broma de Zipi y Zape, que Jose Luis se encarga de hacer buena.
Llegamos al otro cuestón, nos quedan 7,5 kilómetros cuando giramos a la derecha, en estos 2,5 kilómetros, tuve que parar dos veces, paradas cortas para tocarme los huevos y comprobar si seguían allí, no sentía el miembro viril ni a sus compañeros. Por fin llegamos arriba, este año he subido mejor, no sé si por la variante del alcalde o porque estoy en mejor forma. Bajamos a toda velocidad por la pista y llegamos a La Acebeda, las 14:25 h. Llamada a casa para decir que no nos esperen a comer, y a reponer líquidos en el bar los 9 que quedábamos, cervezas, tortilla de patatas jamón y queso, hemos gastado mucho, nos lo merecemos, “por las cosas de montar”
En fin una odisea con final feliz, ruta dura de verdad, agravada por la lluvia, y encima me toca la crónica, así es la vida, hay que cogerla como viene, e intentar adaptarse a las circunstancias cambiantes, y no enfadarse, porque va a dar igual, aunque lo parezca no lo digo por Victor, porque el Gruñón del grupo soy YO. Como siempre un placer pedalear con vosotros y pasar buenos ratos, y otros no tan buenos. Un fuerte abrazo y hasta la próxima.
P.D.: Al final tantas cosas que han pasado en la ruta me han hecho la crónica mas fácil, no hay mal que por bien no venga.
Escrito por Goyo.
(escrito por Goyo)
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