Vuelta al Pico Bañaderos desde Montejo de la Sierra 29-05-2016

Vuelta al Pico Bañaderos desde Montejo de la Sierra 29-05-2016

DATOS DE LA RUTA


HORA DE SALIDA: 08:38
HORA DE LLEGADA: 12:43
TIEMPO DE PEDALEO: 02:48
TIEMPO TOTAL EMPLEADO: 04:5
DISTANCIA RECORRIDA: 29.7 Kms.
TEMPERATURA MEDIA: 11.0 ºC ( mín.: 7.0 ºC máx.: 13.0 ºC ).
SENTIDO DE REALIZACIÓN: habitual

OBSERVACIONES: Caída del yayo Juan con consecuencias importantes para su muñeca derecha: fractura del radio. También al suelo el yayo Alejandro, sin consecuencias.

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ASISTENTES: (12)

 

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Adolfo
caida
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Alejandro Benito
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David Verdes
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Emilio
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Flu
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Goyo
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Ismael
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Javi Ignacio
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Javi Sánchez
caida
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Juan
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Marcos
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Víctor

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pinchazos en la ruta: (0)

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Crónica vera de los trabajos ciclistas en la Sierra del Rincón

Razón es que se traiga a la memoria y no quede por olvido, que en cierto dia veinte y nueve del mes de Mayo del año del Señor de dos mill e diez y seis, se juntaron en el honorable consejo del Real de Campo ciertos prelados y caballeros ciclistas que vinimos a redescobrir aquella costa que entre Montejo y Las Hiruelas se extiende. 

Que sus caballeros sepan que en vísperas de la partida nuestro Alcalde sufrió broma cuando el arriero Alejandro estiró al facedor De Pablo por la grupera quitabarros de la del primero su montura, rompiendo aquesta torpería las cinchas del sillaje e impidiendole arrancada. Y de la jacaranda y del desacato que en ello hobo los demás caballeros ciclistas se holgaron mucho con ello y con mucho regocijo entre voces recias del afrentado le descían: 
- "Voto a bríos alcalde, quités de la vuestra montura quitabarros mancillado, e no se os suelte la lengua en ofensa que no hobo mala fé en el desatino" 
Pero ni con las palabras de tanto cumplimentos que les descia el afrentador se calmaba el iracundo. 

Con estas pláticas de desconformidad dejamos el Real por la derrota de la Dehesa Boyal alta, e por veredas descubiertas de grandes verdores y belleza. Pasamos arroyos e hilos de agua cuyos barrozales capturaban algunos caballeros ciclistas en descuidero, pero todas ellas atajamos en trabajosa jornada y siempre en acharcada subida arribamos al remoto Puerto del Cardoso. Donde plugimos a Dios no tengamos ningún otro desmán en tierra de barrería y alcancemos sanos y salvos al refugio de sobremonte, donde grandes vistas nos regalaba las vegas y valles que en la Hiruela se extienden. 

Mención se hace sin menoscabo de la verdad que el tiempo nos honró y no alteró nuestras cuitas sin ir allende que veladas amenazas de tormentas en ciernes que no nos amedrentaban, pues no vimos sino paisajes en buena luz toda la jornada.

Y volviendo a la plática una vez fuera agrupada la partida, descendimos como un solo hombre por pistaje y pedrochera por escondidos derroteros hasta agruparnos a la vera de la Villa de La Hiruela, a la que arribamos como un solo caballero e do hizimos la entablada bajada al Molino del Jarama. La vereda del molino es angosta e traicionera y en felicidade e algarabía pronto la hobimos bajado cada caballero ciclista a su albedrío, hozando los unos e medrosos los otros, en breve fuera que sentamos nuestros reales en la linde del Jarama, donde imos reponer nuestro espíritu. 

Una vez hobimos levantado el Real al albor del molino del Jarama fizimos parada e fonda, y que en aquesta sazón sacamos bastimento y matalotaje variados y quedamos holgando en buena familia en la vereda deste rio; y digamos agora lo que más se fizo que hobieron cuadros de la partida por Verdes pintor y con priesa salimos después de estas pláticas en retorno a la villa de la Hiruela por pronunciada pendiente hasta nos encaramar al camino real.

Izamos monturas a fuerza de ijares por sobre barreras e recorrimos camino por angosto sendero do la Virgen de Lourdes nos amparaba de las ortigas que mordían las nuestras canillas, en esta suerte de sendero vuestro humilde servidor perdió en singular batalla contra las piedras mi grupera quitabarros sin dello darse cuenta. Y en llegando a los callejones de la Villa de la Hiruela desque aquello ví, hobo menester tornar sobre mis pasos y desfacer con la valiosa compañía del sin par Adolfo de Avila el camino hollado ante la serena virgen enrejada que desfizimos el sendero y con pronta fortuna el quitabarros retorné. 

E fuera que la mitad de la partida hobiera emprendido la subida al puerto con los banqueros Galaicos, el contador Flu de Trujillo, Goyo de los madriles y el bachiller Ismael, novel éste en terceras rutas. E fuera que la otra mitade desde La Hiruela en trabajosa subida trepamos el camino real, abrían avanzadilla los adelantados Javier de Sancho e Javier de Ignatio que junto a Alejandro e Marcos Asturiano como veedores e oidores se lanzaron cuesta arriba hasta esperarnos en la del sendero encrucijada, donde luego agrupados con Adolfo de Avila y vuesa merced el que os relata, completamos trabajosa hazaña del puerto de la Hiruela conquista dando a las monturas baile sobre las piedras. 

E fue en llegando do el buen puerto coronaba que de la mesnada el resto nos fizieron grande rescibimiento, y para questo se entienda bien ha menester contar del grande frio que los caballeros sufrian doquiera se guarescian en este puerto de vientos fríos. Pues hobieron menester de los tabardos con mangas largas que la partida llevara. 

Por la loma de Bañaderos bajamos la partida en bosques y robledos dignos de los mejores blasones, que los montes en lontananza con almuerzos en la panza facen solaz del ciclista. En llegando a la Dehesilla atrochamos por aquesta robleda, y en descobriendo fuentes dentre robledas y ramajes nos trujeron nuevas de Juan el banquero que era mancado. Pues acaesció que el ilustre caballero de Londres nascido, del mal de parcela hobo sofrido; mandaronlle los médicos a sangrar y purgaronlle sin primero tomar sobrello maduro consejo que mejores cuitados dá el bálsamo de fierabrás.

E de esta sazón el mancado amigo con Verdes pintor y el fator Goyo tomaron camino real de vuelta a Montejo mientras por entre lomas bajas de Bañaderos nos escorrimos el resto del grupo entre vacas y praderío.

Y ansi fué que ya arribamos al Real e que veníamos el grupo desbaratados, pero por no nos retornar cada mochuelo a su olivo, nos solazamos en rural figón, que nos trujeron no una pipa de vino, sino multiples cervezas que son cosa de provecho con bastimento de torreznura y tortillas. Y en alegre comanda cantamos el aniversario a nuestro compadre Marcos Asturiano. 

Sea ditto por Emilio de Gome y jinete del Barro, nacido de la muy leal y noble Villa de Viveiro, e caballero ciclista de los aquesto dia embarcados sanciona que aquesta es la vera crónica de los fechos que tal dia del Santo Eleuterio hobieron en el Valle del Rincón acaescido

(escrito por Emilio)


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Salida en Montejo de la Sierra


Salida en Montejo de la Sierra


Salida en Montejo de la Sierra


Tema del día: el guardabarros del Alcalde


Tema del día: el guardabarros del Alcalde


Salida en Montejo de la Sierra


Dehesa Boyal hacia el puerto del Cardoso


Dehesa Boyal hacia el puerto del Cardoso


Dehesa Boyal hacia el puerto del Cardoso


Dehesa Boyal hacia el puerto del Cardoso


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