Cebollera Vieja (Tres Provincias) y Cebollera Nueva desde Somosierra 04-09-2016

Cebollera Vieja (Tres Provincias) y Cebollera Nueva desde Somosierra 04-09-2016

DATOS DE LA RUTA


HORA DE SALIDA: 08:31
HORA DE LLEGADA: 12:46
TIEMPO DE PEDALEO: 03:29
TIEMPO TOTAL EMPLEADO: 04:15
DISTANCIA RECORRIDA: 37.5 Kms.
SENTIDO DE REALIZACIÓN: habitual

OBSERVACIONES: Puesto que la parte final de la subida a Tres Provincias fue de ida y vuelta, hubo tres ciclistas (Juan, Antonio Catalán y José Luis) que no coronaron el pico. Se improvisó la subida a la Cebollera Nueva por gran parte del grupo, alargando algo el recorrido.

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ASISTENTES: (16)

 

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Adolfo
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Ángel
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Antonio Catalán
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Cuco
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Emilio
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Flu
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Goyo
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Javi Iglesias
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Javi Ignacio
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Javi Sánchez
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José Luis González
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Juan
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Manuel Díaz
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Pepe Herrera
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Rafa García
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Víctor

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pinchazos en la ruta: (0)

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RUTA DEL REENCUENTRO

Diría, plagiando a un personaje conocido y entrañable, "Os quiero con locura a todos" y que cada uno diga o piense lo que quiera. Pero despues de tanto tiempo sin veros que otra cosa puedo decir sino que os extrañe en mas de una ocasión, y más que nada, todas y cada una de las mañanas de los domingos de este tan largo período.
Ha pasado mucho tiempo, demasiado, (3 meses, 97 dias, 2328 horas), y lo que es peor, 16 rutas, pero las cosas en este bendito grupo siguen casi igual, con algunas incorporaciones humanas recientes pero que nos vienen siguiendo en la "clandestinidad" desde hace años y que el reencuentro con un antiguo compañero de carrera dio pie a que forme ahora parte de esta pandilla de chiflados. Y una incorporación mecánica de majestuosa presencia, como no puede ser de otra manera cuando su jinete es la misma deidad etílica del paraninfo, GoyoBacolosal, y es que va colosal.

No voy a mentir. Sabía que esta vez la frase demoledora de nuestro entrañable alcalde, "Te toca la crónica", sería totalmente ineludible. Y la incontenible alegría de algun otro asistente, Jose Luis "Reyayo", así lo atestiguaba. Tal alegría no era tanto por volver a vernos, aunque prefiero pensar que algo habría, sino por la libranza de este suplicio que ahora me devora la sesera, y que en modo alguno le importó invitar por su reciente cumpleaños en lugar de hacer una obra de caridad, de carácter gratuito, sustituyéndome en esta encrucijada.

No engaño a nadie si digo que he estado varios dias ideando como hacer esta crónica, pero está visto que a mi regreso no solamente traje una empanada para degustación del grupo, sino la mía propia en mi cabeza y un estado fisico deplorable. He estado muy "perro" estas vacaciones, no rascando bola y no previniendo esta situación. Es lo que tiene enfrentarse al irremediable estres posvacacional y haber hecho en el ultimo mes todas las rutas de los "furanchos" pontevedreses, donde el máximo esfuerzo radica en seguir erguido tras acabar con la existencia de "bichitos" con y sin concha y el nectar dorado de los romanos.

Nervios matutinos y puntualidad meridiana me situaron en nuestra callejera sede social de arranque, para desde ahi seguir hasta el punto de encuentro de inicio de la ruta, Somosierra, con la inestimable compañia del buen ZapeAdolfo, tan buen conversador como fotógrafo, ya dispuesto a esas horas a retener en su objetivo el serrano amanecer dominical.

Como cronista desde el primer momento tuve claro que debía de cerrar filas para no perder detalle de lo que acontenciera en la ruta. Dificultad media ponía en el perfil de la ruta. Victor cabrón, que para alguno era la primera de la temporada¡. Situado en el puesto limón del grupo, o sea el último, conte desde el inicio con el apoyo presencial, psicologico y verbal, de la más reciente incorporación al mundo del motor de dos ruedas, D. Antonio Catalan. El resto del grupo, cada vez más lejano, parecía que llevasen réplicas de la eléctrica de maese Angel, no dejándonos, aunque si vitoreandonos, que tan siquiera cogiesemos algo de resuello en el Collado Gamonoso, primera de las paradas de reagrupamiento, por lo que continuamos sin fuelle apenas, al menos por mi parte, hasta el Collado del Mosquito, donde a velocidad de vértigo dimos cuenta de nuestras viandas, y donde XXXXXX compartió unos gajos de naranja que nos supieron a gloria. 

Reiniciada la marcha con la vista puesta en Peña Cebollera Vieja (Tres Provincias), un servidor, viendo muy lejos el final de la ruta y harto grande el sufrimiento, decidió esperar el regreso del grupo en medio de la cuerda de Sierra Cebollera, sumándose a esta decisión, por no dejarme solito, no fuera a ser que algun merodeador vacuno me pusiera ojitos, el Sr. Catalan y posteriormente Jose Luis. Y por cierto, nada de cuerda, allí no hubo nadie para tirar por nosotros hasta Cuchar Quemada, donde nos hicimos la foto de grupo, ya que en la geodésica no quedamos registrados tres sufridores.

A continuación, y como vía de evitar mayores sufrimientos, se produciría la primera escisión del grupo capitaneada por nuestra deidad y secundada por los tres mercachifles derrengados. Y así unos subirían hasta la Peña de Cebollera Nueva, arengados por el alcaldísimo, y otros nos lanzaríamos como posesos sierra abajo por las laderas segovianas, sin ser conscientes de que los Cambronales no era otra cosa que una subida tendida o como dicen los sabios del grupo, una bajada invertida de larga duracion. Esta sería la variante a una ruta ya histórica en los anales del club, que al final y para satisfaccion de varias culminaría en descenso cierto en los coches.

Decía, al principio, que las cosas en el grupo siguen casi igual, y olvidaba mencionar el pernicioso efecto que Las tablas del nuevo moises, Hugo, han causado en el mismo. Su fascinación ha convertido a algunos miembros además de, especialistas del montain bike, a los que ya solo les basta un plato y seguramente en breve ni eso, en auténticos marines, capaces de ejercitar cualquier músculo para cumplir con el ritual de sentadillas, genuflexiones, y demas malabares musculatorios, y eso luego se refleja en su ritmo y no me refiero al cardíaco. El día menos pensado me veo haciendo sesiones de entrenamiento paramilitar en los prolegómenos de la ruta, y con la mala leche que se le esta poniendo al alcalde de un tiempo a esta parte, no arriendo las ganancias.Eso sí, el espiritu jovial, cuasi infantil y el de competitividad sana, siguen tanto o más como desde la primera vez que me uní al grupo. Y del que, ahora estoy convencido, no me desenganchare jamás.

Como costumbre, la ruta terminó con el brindis ritual nuestro, si bien en esta ocasión, un enconamiento en el cumplimiento estricto de sus funciones laborales y poca visión de negocio por parte del personal del único bar del puerto, y que no vale la pena recordar para no quedarnos con tan mal sabor de boca, hizo que terminasemos en el ultramarinos de en frente compartiendo referescantes latas de cerveza aderezadas con torrreznillos crujientes, calientes y grasientos para solaz de alguno en concreto. Y una vez valorada la variante de la ruta, comentadas otras cuestiones de agenda para eventos del grupo, y variaciones de forma de llevar a cabo nuestras comidas/cenas anuales (paintball, .......) cada mochuelo a su auto y de regreso a casa.  

Alguien calificó a nuestro grupo, un día, como ACC, ya sé que cariñosamente, pero si me lo permitís yo le pondria GAC, aunque sea un plagio de marca ciclista, porque está compuesto por grandiosos amigos ciclistas, que con locura quieren y se quieren, a este deporte y entre ellos. 
  
Esto es como yo lo ví y lo viví, ahora les toca a Vds. valorarlo.

(Juan)

(escrito por Juan)


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Amaneciendo, desde el coche en el trayecto a Somosierra


El retorno del Jedi Juanito


Heredando maillot adolfino


Comienzo de ruta en Somosierra


Comienzo de ruta en Somosierra


Dehesa de Somosierra


Dehesa de Somosierra


Dehesa de Somosierra


Dehesa de Somosierra


Dehesa de Somosierra


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