Peguerino - Ingeniero - La Salamanca - GR10 13-04-2017
DATOS DE LA RUTA
No hay descripción disponible para esta ruta | ASISTENTES: (8)
caídas en la ruta: (5) pinchazos en la ruta: (0) averías en la ruta: (1) | |||||||||||||||||||||||||
Semana Santa, Jueves Santo, 9:20 horas y el de siempre llega tarde. 9 penitentes acuden al viacrucis que tendrá lugar esta mañana para purgar sus pecados. Unos veniales, otros serán carnales, pero por todos ellos recibirán el justo castigo. Nos dirigimos en coche a la plaza de Peguerinos, donde nos está esperando el 10º hombre, el cual como veremos más tarde también recibirá lo suyo, y es que nadie escapa a sus demonios… Empezamos la ruta por la carretera AV-P308, en silencio, cada uno con sus pensamientos, sabiendo la que nos espera. A unos 500 metros cogemos la pista a la derecha, primera estación de nuestro particular viacrucis, la cual con sus rampas de más del 15% en algún tramo castigan desde el inicio nuestras frías piernas como si de latigazos se trataran. Apretar el culo que esto no ha hecho más que empezar. Seguimos avanzando hacia la segunda estación del viacrucis, ascendiendo por la ladera del cerro de Cabeza Perdiguera, donde el fresco de la mañana hace rato que se nos ha pasado, porque esto sigue hacia arriba. Tercera estación, cruce de Las Tres Provincias y comienzo del ingeniero, en donde los más avezados raiders se lanzan por la trialerita hasta el riachuelo que marca el inicio de este. Algunos, olvidando la época de recogimiento y oración, se graban videos en un acto de desmesurado narcisismo, y otros ya catan parcelita en estos inicios de las zonas técnicas-constantes. Iniciamos la ascensión al ingeniero, mítico sendero precioso en toda su longitud, con inmejorables panorámicas sobre todo en su parte inicial que mejor no mirar porque da un poco de miedo. Poco a poco los penitentes van avanzando y llegamos a la cuarta estación, llamada cadenis-rotum, donde Paco Emeterio prepara una tareita en su montura que nos tiene parados 45 minutitos que aprovechamos para orar y meditar sobre la inmensidad del ser y de la vida. Vamos, a cual diciendo una guarrería más grande. Solucionada la avería, comprobado que no llevamos ninguna garrapata adherida al cuerpo y después de sacar un kilo de tierra de la caja de herramientas, proseguimos marcha. Quinta estación, lancha-lanchorum, donde de nuevo el penitente Paco nos deleita con un ostión de los lindos, del cual se lleva un raspón interesante y un susto del que le costará recuperar el blanco de la cara. Sexta, fotum-gruporum, séptima, octava, novena, casi como el número de caídas con las que nos adornará la mañana mi querido Molón. Terminamos el ingeniero y seguimos, la décima, la ascensión a Peña del Águila. Maravillosas vistas, foto grupal. Onceava estación, ascensión por la llamada calle de las golondrinas, que yo golondrinas no he visto ninguna, pero hartura de subir ni te cuento. Nos reagrupamos antes de la última ascensión, doceava estación, subida a La Salamanca. En procesión ascendemos por la pista y giramos a la derecha para coger el tramo de GR10, un pedregal que pa`que contarte, y entre rezos y maldiciones llegamos al refugio, de nuevo paisaje espectacular. Treceava estación, la esperada por algunos, odiada después por otros, descenso denominado DH2000, que digo yo que será por los 2000 escalones, piedras, raíces y cortados que tiene. Nos echamos la bajada a cuestas cual imagen milenaria y nos santiguamos tres veces…. crujen las bicicletas, alguno incluso rajará una cubierta como después comprobó en casa, se dislocan los cuellos, los hombros y las muñecas, pero llegamos abajo doloridos y con una sonrisa de oreja a oreja. Pa’vernos’matao. Reagrupación de la procesión y nueva bajada con algún pique incluido de algún penitente que aún no había expiado pecados. Catorceava estación, calambrun-tremendun-empujarmerum-que-no-llegum. El nombre lo dice todo, los penitentes reciben el ultimo castigo del día empujando a un compañero con la pierna más tiesa que un palo y llegada a Peguerinos. Quinceava estación, la redención. Zumo de cebada, bebidas refrescantes, torrezno y tortilla para recuperarnos de la mañana. Rutón señores y un placer como siempre. PD: El camarero le hizo ojitos a alguno…
Armando EB (escrito por Armando Esteban) |