Los senderos de la urbanización Club de Campo 21-01-2018
DATOS DE LA RUTA
OBSERVACIONES: Ruta nocturna que se ha pasado a diurna. Caída de Juanma bajando el matadero después de Loring y de Waca en un lodazal. Avería ruidosa en freno delantero de la bici de Rafa justo antes de los senderos del Jarama. ⇒Ver descripción de la ruta realizada | ASISTENTES: (26)
caídas en la ruta: (2) pinchazos en la ruta: (0) averías en la ruta: (1) |
Hola Jóvenes, Esta es mi primera crónica, y espero sacar un aprobado, y si es alto mejor, porque empeño he puesto y si no apruebo, seguro que la próxima estará mejor y seréis más generosos. Lo de jóvenes va porque Ángel y yo compartimos el privilegio del ranking de edad, y el de ser dos buenos clientes de Iberdrola. Ya entrando en la crónica de la ruta, comenzamos como siempre con puntualidad, y en esta ocasión, en la Plaza de entrada de la Urbanización del Club de Campo, tan frecuentada a diario por alguno de los “locos madrugadores” o de los “enganchados” como dice la página principal de la web, a los que les gusta compartir pedaleo los domingos por la mañana. Empezamos a seguir el track por calles de la Urbanización en varios grupos, ya que hoy somos 27 y al salir juntos, taparíamos las calles de hierros, aluminios y carbonos, y seguimos hasta llegar a la entrada del precioso encinar que disfrutan los que viven cerca. Una vez en la senda y bordeando las tapias del Soto de Viñuelas, disfrutamos del pedaleo por un terreno húmedo por las pasadas lluvias y, junto con el día soleado, empezamos a rentabilizar la madrugada y a entrar en calor con los repechos, que alguno agradece, ya que, en previsión de la subida del termómetro, más de uno ha dejado en casa la ropa de más abrigo y al principio del día se han acordado de ella. Seguidamente llegamos a la Urbanización de Ciudalcampo y, tras atravesarla, cogemos unos caminos que tras unos pocos kilómetros nos llevan hasta un reagrupamiento, incluyendo algún grito de “por ahííí noooo …”. Y es que más de uno va derecho al riachuelo y hay que indicarle que tiene que coger el destartalado puente de hormigón que nos lleva a cruzar la N-I. Ya una vez al otro lado de la autovía, nos dirigimos hacia los terrenos del “Aeroclub Loring”, observando como una avioneta comienza a moverse a 100 metros de distancia para despegar y remontar los cerros cercanos, -y que suerte, sin dar pedales-. Mientras, el grupo de “enganchados” se acerca a las dos bajadas, que me anticipa XXXXXX, que me van a gustar. Efectivamente, la primera bajada, entre alguno que decide echar pie a tierra y otros que se la conocen y cogen inercia para remontar el repecho de enfrente, la pasamos todos, con la foto que el “artista” Adolfo con el cuerpo a tierra, su habilidad fotográfica y la mirada atenta de la mayoría del grupo, captura para ver como baja cada uno. Ya en la segunda bajada, que es un poco más pronunciada, hay alguna parada previa, pensando sobre todo en los que hacemos por primera vez esta ruta, junto con el “rookie” del día, Ricardo. Pero, eso sí, no hay nada mejor que seguir la rueda de los Javisss y algún otro, y comprobar que es más la impresión que da desde arriba que la facilidad con la que se baja. Seguimos hasta alcanzar la segunda mitad de la etapa, bordeando el río Jarama y disfrutando de unas sendas ribereñas con sol incluido, pasando por pequeños charcos de barro y agua. Y a pesar de estar atento, el que escribe esta crónica, aún no ha podido enterarse quién de los 27 se cayó y cambió el rojo de su chaquetilla por el marrón del barro. Y como se me nota mucho cuando digo algo que no es verdad, os tengo que decir un secreto, fui yo el de la “penosa” caída en el barro, por llevar las calas demasiado apretadas, pero luego me tranquilizó Adolfo cuando me dijo, que es costumbre que el que hace la primera crónica siempre se tiene que caer, en mi caso os prometo que la caída no fue voluntaria. Como de costumbre finalizamos la etapa con unas buenas y generosas cervezas, que espero no falten nunca por ser una muy buena y agradecida rutina, que ayuda con una sonrisa antes de la comida familiar de los domingos y si se llega tarde, también. Por último, quería deciros, que además de los muchos gestos de compañerismo que he visto desde el primer día y que agradezco, quiero daros las gracias por la acogida que he tenido de todos, a pesar de mi carácter tan “eléctrico”. Sois un grupo divertido y ojalá pueda llegar a los quince años de permanencia como alguno de los fundadores. (escrito por Waka) |
Inicio de Ruta. Club de Campo
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Ricardo. Nuevo ciclista
Inicio de Ruta. Club de Campo
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Fuente del Fresno
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