Era la primera vez que hacíamos esta ruta que teníamos en mente desde hacía tiempo. Y la verdad es que no nos defraudó. Al ser una ruta "no circular" hubo madrugar más de la cuenta y hacer despliegue de vehículos en origen y destino, según planificación previa, de manera que no se perdiera tiempo. A las 7 de la mañana estábamos todos en la rotonda de nuestra urbanización, ¿todos? no, Ángel no, se hizo no sé qué lío con la hora y hubo que llamarle para que saliera de su casa. En resumen, 20 minutitos de retraso. Llegamos a Manzanares a dejar la primera tanda de coches, allí nos esperaba Santiago. Nos comprimimos en tres coches y fuimos a paso de Twingo a Buitrago. En Buitrago algunos hincharon bien las ruedas de sus bicicletas... como ibamos sobrados de tiempo... Nada más comenzar la ruta, a los pocos metros, primer pinchazo, ¡coño! ¿no habíamos dicho que hay que venir pinchados de casa? Después de reparar la rueda trasera de la bicicleta de Chema, nos ponemos, por fin, en marcha. Algunas dudas en la primera parte del recorrido, una calleja entre vallas de piedra con piedras ocultas y bastante maleza antes de llegar al Cuadrón, la subida a un collado y una bajada vertiginosa, todo ello antes de afrontar el único puerto del recorrido: el puerto del Medio Celemín. Un puerto no muy largo pero con rampas de gran dureza donde Santiago, que estrenaba "super-bicicleta", tuvo una caída desafortunada ya que se clavó el manillar en el esternón y estuvo unos momentos sin poder respirar. Afortunadamente se recuperó y pudo terminar la ruta sin mayores problemas. En Bustarviejo nos metimos en un bar para reponer fuerzas y protegernos del frío, ya que el frío viento, que tuvimos en contra casi todo el recorrido, se hacía desagradable en esta parte del recorrido. La bajada de Bustarviejo a Miraflores espectacularmente bella y al cruzar el río nuevo pinchazo. Esta vez Víctor (o sea, yo mismo) que lleva tres rutas seguidas pinchando. Nueva reparación, esta vez con spray que siempre lleva Jesús. En Miraflores trozo de recorrido común con otra ruta, la de la Hoya de San Blas, y una variante de la ruta prevista para rodear el embalse del Mediano por abajo cruzando el río del mismo nombre y mojándonos los pies. La posterior bajada a Manzanares bastante rápida debido a que la pista de la GR-10 en esta zona está en perfecto estado. Y, por último, el camino paralelo a la carretera de llegada a Manzanares, que alguno quiso tomar, ¡con el tráfico que había!, estaba lleno de nuevos charcos que hubo que vadear mojándonos de nuevo los piés. En Mananares, vuelta a empacar las bicis y a Buitrago de nuevo a recuperar los coches. Hora de llegada a nuestras casas: las 4 de la tarde. En resumen, una ruta muy interesante que esperamos realizar más rápidamente la próxima vez. (by Víctor) (escrito por Víctor) |
caídas en la ruta: (1)
pinchazos en la ruta: (0)
averías en la ruta: (0)
