Este domingo ha sido uno de esos días en los que te acuerdas de un elemento imprescindible en el equipamiento del ciclista y del que nunca se habla, ese gran ignorado, el casco, verdadero angel de la guarda. Pero vayamos a lo que fue la ruta. El día amaneció soleado, aunque en las bajadas el frio apretaba pero bueno es uno de esos días que da gusto salir por esos caminos de dios a practicar un deporte tan bello y, la mayoría de las veces tan duro, como es el ciclismo de montaña. Nos juntamos un puñado de amantes de la bici dispuestos a pasar una agradable mañana del domingo. Desde mi punto de vista la ruta se podría dividir en cuatro partes. La primera, como ya es costumbre en las últimas rutas, sube que te sube durante los primeros kilómetros, aquí cada uno hemos ido al tran-tran. En dichas cuestas Rafita y José Luis ya han dejado su carta de presentación. La segunda parte, que correspondería con el tramo de la Pista Horizontal la cosa ha ido un poco más sosegada yendo todos prácticamente agrupados hasta que hemos parado a almorzar, y donde nos hemos hecho las típicas fotografías de grupo. La tercera parte, correspondería con el descenso hasta el pueblo de Braojos. Aquí es donde Jose María, en una curva bastante cerrada se ha caído y el bendito casco (que por cierto lo ha partido) ha evitado que la cosa fuera a mayores y sólo ha tenido abrasiones en la cadera y en un brazo. Si la gente cuando sale a montar en bicicleta sin casco supiera todo lo que le puede pasar en una caída tonta en su linda cocorota, se lo pensaba dos veces, pero bueno volvamos al tema que nos interesa. La última parte, quizá la más dura de toda la ruta, es donde más se ha sufrido. Hay dos cuestecitas (por llamarlas de alguna forma), la de salida del pueblo de Braojos con un falso llano y la del Arroyo de la Solana, donde después de una bajada espectacular (de la que incluso tienes que sacar el culo por detrás del sillín) te tropiezas con otra subida también espectacular donde se ponen a prueba la rapidez de reflejos para cambiar a unos desarrollos adecuados para poder afrontar la jodi…. subida. Javier en uno de los charcos de agua y barro, que por cierto cubría todo el camino, nos ha hecho una demostración práctica de cómo medir la profundidad de uno de ellos, casi se queda plantado. En fin una ruta muy completa donde se han tocado casi todos los palillos del Mountain-Bike. Menos mal que al final hemos repuesto fuerzas con la celebres tapas Macrobioticas (torreznos de panceta, morcilla, chorizo), adecuadas para dietas de ciclistas y donde lo que prima es el colesterol . (by Valentín) (escrito por Valentín) |
caídas en la ruta: (1)
pinchazos en la ruta: (0)
averías en la ruta: (0)
