Estación de Cercedilla 8:30 AM, allí aparecimos todos los llamados para hacer “satur al sadot ed erdam al”, 20 intrépidos del pedal a los que no amedrentó el 85% de probabilidad de lluvia, las nubes negras que se cernían sobre sus cabezas, ni por supuesto la dura etapa que tenían por delante. Una vez aparejadas las monturas e intercambiados saludos y experiencias religiosas… bodas, comuniones, banquetes y demás celebraciones del día anterior comenzamos la ruta. Desde Cercedilla comenzamos nuestra primera ascensión hacia el puerto de Navacerrada por el valle de Navalmedio, ya en las primeras rampas se fueron definiendo los grupos y a la cabeza como nos tiene acostumbrados Rafa, pero hoy acompañado de dos grandes de las Navas, José Sánchez y Abel, que según me contaron puntuaron en todas las ascensiones de la jornada. Los Km. hacia Navacerrada se sucedían entre pinares, regatillos, raíces, piedras, alcantarillas, sol, nubes y cumbres cercanas, que nos dejaban imágenes increíbles para recordar el día y con las que el esfuerzo era más llevadero. Pero la subida a Navacerrada nos tenía reservada una sorpresa, el tramo desde la estación hasta la venta Arias por la rampa del telesilla, donde Abel se sobró y con las piernas de Caín consiguió subir buena parte de la cuesta mientras los demás mirábamos y arrastrábamos nuestros cuerpos y bicicletas. Ya en la venta Arias, primer pinchazo de la jornada, solventado no sin algún que otro problema de rozamientos traseros… de discos y con la duda de si comernos ya los plátanos. Dejamos las comidas para más adelante. De Navacerrada a Cotos paseito, para descender desde aquí por el camino viejo del Paular, los “descenders” más osados toman posiciones mientras que los más conservadores nos las vemos y deseamos entre raíces, piedras y arroyuelos, agradeciendo no haber tenido que subir por ahí. Aprovechando el 2° pinchazo, organizamos un picnic en un claro del bosque, plátanos, barritas y bocatas de jamón amenizan la reparación y reconfortan los estómagos para afrontar el segundo puerto. Una vez pasado un pequeño tramo de carretera y atravesado el “peine de los vientos” versión Valsain atacamos, agrupados, las primeras rampas de la subida a la Fuenfría por un camino asfaltado cerrado al tráfico, esperando el tan temido repecho del que nos había avisado Víctor, que resulta ser kilométrico y hace una buena selección natural del “aberronchado humano ciclista”. Nos volvemos a agrupar en la fuente y desde allí, bien hidrataditos, rematamos la Fuenfría por una pista algo más tendida que permite disfrutar de las excelentes vistas del valle de Valsain y los picos cercanos. Nada más iniciar el descenso hacia nuestras ansiadas cervezas en Cercedilla tenemos el 3er pinchazo que se, no, soluciona mal metiendo la cámara sin ajustar la cubierta e inflando como si nos fuera la vida en ello…pabernos matao…. menos mal que el jinete se dio cuenta de la mala colocación de la herradura a los pocos metros de cabalgada y no hubo que lamentar daños mayores ni en jinete, ni en montura. El descenso fue vertiginoso por la antigua carretera de la República, donde algunos por buscar la dificultad y probar sus nuevas zapatas de freno, sorteaban pinos a diestro y siniestro sin tener en cuenta el ancho del manillar… y así pasó…los pinos no cedieron. Llegada a Cercedilla, destacar que los Eskaladores de las Navas son rapidísimos bajadores y ya nos estaban esperando en el bar con unas rubias bien fresquitas. Comentarios de la ruta (para mi, la mejor), despedidas, cierre y para algunos tercer tiempo con rabo, cabrito y cordero, sin copa pero con puro……. (by Evita Dinamita) (escrito por Evita Dinamita) |
caídas en la ruta: (0)
pinchazos en la ruta: (0)
averías en la ruta: (0)
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