Un dia de fiesta entre semana está muy bien para juntarse de nuevo a realizar la ruta decidida al vuelo en la salida anterior, "La majada del cojo", a la que varios de nosotros no pudimos asistir en el puente del 1 de Mayo. El dia...ideal, solecito, no mucho calor, buena compañia... y preciosos paisajes. Nos juntamos en Rascafria 10 ciclistas con ganas de pegarnos con el dichoso cojo, y por cierto la chica, ejerciendo de ello, haciéndose esperar, que si se me ha ido la pinza con la hora...bueno, el caso es que partimos a las 9:30 de Rascafria con una baja, Juan Carlos, que con esto de las guardias se tuvo que quedar el pobre en el coche currando con el portátil. Los primeros kilómetros son de charla, por camino llano y sombrío entre árboles, "ojo! pasa por arriba, que aquí el otro dia se la pegó Fernando y JM le cayó encima de la rueda..." Seguimos y poco a poco se empieza a ver lo que nos espera, cuesta, cuesta y cuesta, yo creo que llevadera hasta los kilómetros finales antes del refugio, en los que no encuentras respiro, piensas que después de esa curva suaviza y al contrario, a seguir "too pa rriba". Por fin, se ve ahí el refugio, charleta, nos reagrupamos, esperamos a Vicente, que el cachondo de él dice que iba "admirando el paisaje", nos sacamos la foto de grupo de rigor, por supuesto haciendo honor al lugar, y cuando ya nos preparamos para seguir, sorpresa, sorpresa, mira por donde, que nos aparece Juan Carlos, fresco como una rosa, que ya ha ventilado sus quehaceres.
Ya está!, ya hemos hecho la ruta, una subidita más y ya todo bajada. Un poco de exceso de velocidad y confianza, y entre la pasada de frenada y la arenilla, yo que doy con mis huesos en el suelo. Ahora toca decir, "caida sin consecuencias"..., ¡y una leche!, que después ya no bajas igual y luego escuece con el Betadine... Unos raspones en pierna y brazo que hacen que nos desviemos en la Morcuera hasta la fuente Cossio donde me lavo mis heridas y mi orgullo y ya puestos nos ponemos a comer el bocata y barritas cerca de la fuente. Por cierto, hay mucha afición pedalera en la zona. Continuamos por el camino del refugio de la Morcuera, a partir de ahí, todo bajada (con precaución, que la segunda hunde la moral) por camino entre robles y con unas vistas espectaculares. Esta vez no hay visita a la cascada del Purgatorio sino que vamos a dar directamente al Puente del Perdón, viendo al pasar como había algunos valientes en las piscinas naturales de "Las Presillas". Un poco de llano por el Paular hasta que llegamos a nuestro deseado destino, "los cilindros energéticos" acompañados de bravas, con tortilla y bien regado, todo ello a la sombrita en la terracita de nuestro mesón favorito de Rascafria. ¿A que os da envidia? ahhh, pues haber venido!! (by Javier Iglesias) (escrito por Javi Iglesias) |
caídas en la ruta: (1)
pinchazos en la ruta: (0)
averías en la ruta: (0)
