Once ciclistas, ¡once!, dispuestos a pedalear, con nocturnidad y alevosía por esos lugares cercanos al río Jarama. Unos con faros halógenos recién adquiridos en Decathlon que no duraron ni el primer asalto, otros usando las gafas de Elton John con luces de neón y, por supuesto, los “frikis” de la bicicleta, cuyas luces deslumbraban hasta a los coches (¡joder! ¿de dónde sacan ese material?) Empezamos a pedalear como alma que lleva el diablo, es decir, “a toda leche”, sin ver un pimiento y el que escribe estas líneas, que no veía una mierda y acabó con los ojos llorosos, se preguntaba ¿a qué tanta prisa?. ¿O es que alguno tiene alguna mutación que le permite ver en la oscuridad? Tanta celeridad había en algunos que en la única desviación de todo el recorrido…. ¡Oye! ¿dónde está Ángel? ¡coño! ¿y Nacho? ¿y Marily? … ¿Pero no venían detrás? ¡No me jodas que se han perdido! ¡y encima Ángel, que es como las tías, que no se orienta ni en su casa! Llámale al móvil a ver dónde está… ¿Ángel? ¿dónde estáis? … Y yo que sé. ¿Habéis subido una cuesta como un puerto? Pues no sé, alguna cuesta había… ¡Anda, dad media vuelta y bajar que os esperamos en la bifurcación!. …. Media hora más tarde y no aparecen… No tenemos ni idea de dónde estamos… pero ¿habéis vuelto como os dijimos? Pues no, es que Nacho sabía por donde ir…¡Pues dáos media vuelta, coño, que os estamos esperando!... No voy a aburrir con este relato, pero fue un des-control y perdimos casi una hora. Seguimos ya sin problemas…. ¡Javi, este no es el camino! ¿has mirado el GPS?...sí, ¡ejem! No mucho. Pues este es el camino de vuelta, ¡capullín!. Bueno, da igual, vamos al Espartal. Comemos unos plátanos, barritas energéticas, bocatas, … repostamos agua y cuando salíamos del pueblo…¡zás!, Chema que pincha. Foto de grupo mientras Chema repara su rueda trasera y a continuar que nos van a cerrar el pub. Subidas y bajadas, esta vez por asfalto, ya queda poco…. ¿qué pasa? Que a Fernando se le ha roto el sillín…. ¡pues que vaya si él, da más placer! Bricolage nocturno usando la cámara pinchada de Chema y ¡a ver si ya no ocurre nada más! … Estamos ya en la zona del Molar y… ¿has visto a esos? Sí estaban… “dale que te pego”, se habrán quedado alucinados de tantos ciclistas…. Pero ¡si eran dos tías! ¡coño!, ¿y no les habéis dicho nada? Lo mismo había tema….. Bajamos ya el puerto del Molar hacia los llanos de la ida y aquí no soy capaz de seguir el ritmo de la gente… ¿estaré mayor? La verdad es que no veo un pimiento, pero ¿cómo se puede ir tan deprisa por la noche? Por fin llegamos a Club de Campo, algunos mejor que otros, y si no que se lo digan a Fernando Toquero que tenía una cara de felicidad, supongo que sería porque ya podría sentarse. Unas buenas cervezas en el pub de Club de Campo, algo rápidas, pues a las 3 en punto nos estaban echando. Después, algunos de nosotros, seguimos la juerga por ahí, ya que teníamos el pase pernocta había que aprovechar. Resumiendo, una ruta algo accidentada pero con una temperatura excelente y una compañía mejor aún. (by Víctor) (escrito por Víctor) |
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pinchazos en la ruta: (0)
averías en la ruta: (0)
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