Salimos 20 ciclistas del pueblo de “El Berrueco” a las 9 de la mañana, habían dicho que haría frío y bien que lo sentimos durante los primeros momentos, sin embargo qué bonitos son los corredores entre las jaras que discurren cercanos a la orilla del embalse del Atazar. Rodar por estos “pasillos” a toda velocidad es uno de los mayores placeres.
Llegamos a la Presa del Villar. Pudimos observar que la están empezando a explotar turísticamente, construyendo una escalinata de piedra, un mirador, etc. Incluso el simpático guarda jurado nos hizo la foto de grupo. Esto contrastaría con el paso por la Presa del Atazar donde el guarda nos dijo que ni siquiera podíamos parar. Me hubiese gustado que lo dijese cuando cruzaba la carretera. Durante el trayecto hubo algunas caídas pero al ir delante perdí imágenes que me hubiese gustado transcribir, espero que las fotos cumplan fielmente lo sucedido.
Ya en Robledillo de la Jara comenzamos a sentir que los primeros rayos de sol caldeaban el ambiente, lo confirmamos inmediatamente cuando subimos el repechón hacia las antenas que nos llevó hasta el Collado de la Fragüela. Y a partir de aquí, descenso a tumba abierta hasta la pista entre La Puebla y Atazar pueblo. El frío cortaba la cara de tal manera que llegando abajo nos pegamos el consabido menú gastronómico que cada dia está mas surtido de ibéricos y cierto es que “hay que hacer patria”.
Una vez llegados a la Presa del Atazar, Javi Sanchez perdió un tornillo de los platos y hubo de reapretar los tres que quedaban periódicamente. A partir del Poblado del Atazar, al que llegamos por carretera , tomamos una senda encerrada en el bosque preciosa, parece ser que esta es la parte buena de una variante que nos recomendaron los amiguetes del BAD.
En determinado momento que tuvimos que cruzar la carretera y cuando el sendero se metía en una bajada complicada tanto Dani como yo mismo decidimos ir por la carretera hasta llegar a la senda del Genaro que una vez tomada nos llevó sin complicaciones hasta El Berrueco. Todos los demás siguieron por la senda y más de uno la ha titulado como, un infierno, tuvieron que ascender como 100 metros de desnivel, prácticamente escalando, Jorge, el colega de Chema, Miguel Angel y alguno más cayeron, afortunadamente sin consecuencias. Al final salieron a un cortafuegos contentos por que parecia que ya por fin bajaban al pueblo. Pero nos pasamos de la ruta, y tuvimos que volver otra vez para arriba para coger el camino bueno...
Vamos, un pequeño infierno que no dudo que varias decenas de piernas lo estén todavía pagando. No obstante, qué ruta más bonita y que día más prístino disfrutamos.
Muchas gracias a Víctor, una vez más, por una ruta tan bonita, nadie como él sabe conectar el placer de la bicicleta con el sabor de la aventura. (by Miguel Ángel y Rafa Garcia) (escrito por Rafa García) |
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