8.15, Getafe, estación de El Casar, la ruta comenzaba para algunos de noche, intentando cuadrar la logística de coches, ropas, bicis, tren, familiares y comidas.....y para unos pocos, al ladito de casa, recién levantados con la legaña pegada al ojo. Saludos, reencuentros, reapariciones y bienvenidas para amigos que se unen al grupo en estas rutas del sur profundo. Poco a poco va amaneciendo mientras esperamos que algunas monturas tomen forma después de ser extirpadas de micro maleteros…que habilidad tienen algunos para meterla. Estamos todos???? Nos vamos….por delante 50 Km., no especialmente duros, de caminos embarrados y bastante transitables. Los cuerpos van entrando en calor mientras nos aproximamos a la primera tachuela del camino, la Marañosa, que se sube por carril bici, donde algunos aprovechan para probarse y como ya todos nos hemos enseñado los dientes en las subidas y un pobre ciclista pasaba por allí pues….miraditas cómplices, cuchillo entre los dientes y… a por él…
Nos reagrupamos al final de la bajada y retomamos camino por los cortados yeseros del Jarama donde coincidimos con habitantes típicos de estos lugares y época del año, que con escopeta al hombro y perros adiestrados nos indican que no abandonemos los caminos…cualquiera se mete en un matorral “que por aquí me...ando”. Nos aproximábamos al gigante más temido de esta ruta, el Pingarrón, cuando una manada de motos nos alcanza, menos mal que toman un desvío porque yo ya vi a algunos afilar los cuchillos esperando que nos pasarán en la subida para coger su rueda y aberroncharlos cual ciclista de la Marañosa. Cada uno en la medida de sus posibilidades libró el Pingarrón, la mayoría pie a tierra y alguno cuerpo a tierra (Valentín, esto ya va siendo tradición). Parada avituallamiento degustación, intercambio de plátanos, higos, frutos secos, barritas y bocatas, regados con Red Bull amenizado con chistes gran reserva y debate sobre maillot, para encarar la última parte del camino, bajada y llano hasta Aranjuez. En tiempo record alcanzamos el Tajo, embarrados y con la mente puesta el las rubias procedemos a la tradicional foto frente al palacio para dar paso al tercer tiempo en el que ya, si que si, se nos va de las manos…pero se nos va tanto que a quien suscribe le es imposible narrar de forma conexa todo lo que aconteció después de la despedida en la estación y lo que pasó durante la comida…me vienen vagos recuerdos, algo sobre regalos, moldes, modelos, tallas ¿de maillot?, zapatillas, cuarentenas y las cosas de montar, bueno poca cosa a algunos se les olvido hasta echar gasolina. En fin, que no estaría mal una crónica para-lela que me aclarara esta maraña de recuerdos que generó esta visita al sur más profundo…. (by Evita Dinamita) (escrito por Evita Dinamita) |
caídas en la ruta: (0)
pinchazos en la ruta: (0)
averías en la ruta: (0)
