Esta vez me tocó hacer la crónica (bueno le pedí a Juan que me cediera su turno) y al ponerme a escribir me surgió la duda de que punto de vista utilizar para describir esta ruta. Se me ocurrió que por poder, podría usar el punto de vista de un informático/a y contaría algo así:

“Algún virus se introdujo en nuestro sistema y ralentizó a nuestro equipo e hizo que la ruta comenzase con retraso, y es que cuando no es por un troyano, es por un spam, un spyware o un malware. En fin no hay antivirus que lo remedie.
El hardware de los integrantes se caracterizaba por su alto nivel medio, bajado en gran medida por algunas de las máquinas (como por ejemplo la del alcalde, comparable a un 486, microprocesador anterior al Pentium I), sin embargo el software montado en todas las computadoras era de una calidad excepcional.”

Pero usar este punto de vista resultaba muy fácil y lo desestime. También se me ocurrió que podría usar el punto de vista de un matemático/a y contaría algo así:

“La ruta se caracterizó por elevadas pendientes. En esta ocasión el grupo estaba integrado por algún que otro seno, varios cosenos y mayoría de tangentes. La incógnita de si el grupo está formado por el 10% de la sección Chueca sigue sin despejarse, pero cada vez aparecen más ecuaciones que así parecen confirmarlo. De momento sigue siendo una conjetura. Entre el grupo de los no asistentes hay alguno de la sección Chueca seguro (que si me voy a las Tablas de Daimiel, que si función de teatro para bebés, que si me voy a esquiar, que mejor no voy que la ruta es dura, en fin….de Chueca fijo).
No obstante, si llamamos X al conjunto del grupo, Y a los pertenecientes al grupo "Chúpamela", T a los pertenecientes al grupo "Inserso" y Ñ a los pertenecientes al grupo "Chueca", podemos afirmar que, si un integrante de X se une al grupo Ñ, esto no implica que no siga perteneciendo al grupo T, la intersección entre los grupos Y y Ñ es disjunta, la unión de los grupos Y, Ñ y T no necesariamente forman el grupo X, la existencia de otros grupos distintos a estos ya está demostrada (existe el grupo R, también conocido como Red Bull o Equipo Negro)”

Este punto de vista también resultaba muy fácil e igualmente lo desestimé. Otra posibilidad era usar el punto de vista de un abogado/a y contaría algo así:

“Ruta de gran injusticia, como todas las de montaña, pues siempre que alguien llega arriba, todavía hay gente abajo, y en este caso con las circunstancias agravantes añadidas de la dificultad extrema de la ruta diseñada por "Motu proprio" del señor alcalde con lo que la "Opinión per curiam" es que como "quid pro quo" invite al grupo a una ronda en la próxima ruta. Y no hay posibilidad de recurrir esta sentencia."

Este otro punto de vista también resultaba muy fácil (bueno no tanto, ya lo sé, no hace falta que os pongáis así.) y busqué otra posibilidad en el punto de vista de un economista:

“Ruta considerada como buena inversión. Y es que en estos momentos de crisis, un domingo por la mañana una de las formas más rentables de disfrutar es yendo a pedalear por lugares como los de Alpedrete de la Sierra, con sus equilibrios entre la oferta y la demanda ciclista en la que solo se mostró un monopolio de alegría y compañerismo…………..y sufrimiento ¡qué coño! A lo largo de la etapa la fluctuación del perfil fue variando continuamente, pero como siempre acabó nivelado al cierre del día.”

En este punto de vista también encontré cierta facilidad y, al igual que las otras también lo descarté. Por tanto se me ocurrió otra posibilidad intentando describir la ruta desde el punto de vista de un médico/a-enfermero/a:

“Ruta con un gran desequilibrio calórico, debido a que los pacientes tuvieron un gasto energético considerable durante la ruta, pero inferior al aporte calórico obtenido al final de ella por alguno de ellos, gracias a la comida macrobiótica ingerida en el, ya tradicional, bar del pueblo. Despreciando esta incidencia, el resto de la ruta se caracterizó por la gran posibilidad de estudio de cómo se comporta el organismo humano en condiciones de esfuerzos máximos y sostenidos, siendo este uno de los alicientes científicos de la Medicina del Deporte. A su vez se pudo comprobar el efecto generado por el uso de sustancias prohibidas en el deporte como por ejemplo el “Red Bull” y algún otro anabolizante o sustancia dopante de difícil pronunciación y no menos difícil escritura.”

Pronto me di cuenta de que este punto de vista también era fácil y decidí desecharlo, pensando rápidamente en otro, como por ejemplo en el de un ingeniero/a:

“El desarrollo de la tecnología ha permitido una visión cada vez más realista de la evolución en el mundo de la bicicleta y por tanto en la mejora del pedaleo por parte del ciclista y la obtención de mejores tiempos en ruta. La utilización de elementos diferenciadores en la fabricación de los componentes, y concretamente en los aspectos aerodinámicos y energéticos diferencia la etapa tecnológica de la anterior. Para ello es necesario utilizar por un lado el aumento del refinamiento de las mallas de cálculo utilizadas, que hasta el momento implicaban la homogenización de grandes regiones del núcleo del componente a fabricar, y por otro, la resolución de forma acoplada de las ecuaciones correspondientes. La modelización que se ha venido usando para los cálculos tridimensionales de la retícula estructural del carbono es variada y en general distinta para el cálculo aerodinámico y el energético, lo que implica el uso de valores promedio de las magnitudes conservadas en el modelo correspondiente. Por supuesto en todo este estudio no se tiene en cuenta la condición física del ciclista ni la posible ingesta de estimulantes/dopantes. Mención especial merece el equipo Red Bull de Fórmula 1, visto sus últimos resultados.”

Este punto de vista también me pareció fácil y volví a desestimarlo. Se me ocurrió hacer la ruta desde el punto de vista de nuestro maestro, en este mundo de la crónica (Emilius) y allí que fui:

“Buenos días, pues 16 cataciclistas nos encontramos finalmente en Alpedrete de la Sierra a eso de las 8:05 y otros a las 8:30 para ir al "embalse del Sado". La Crónica le tocaba a Juan, pero le pedí el turno para suscribiros con otro panfleto amenizante. La ruta prometía y preveía gran dificultad y no nos defraudó. Desde el principio se marcó un gran ritmo girando los pedales como si con ellos hubiera que moler todo el café de Colombia, y eso a la larga a alguno le hizo pagarlo caro. Los paisajes de la ruta de escándalo, la dureza también. Traducido al hebréo:
"V1ct0r, un4 ru74 m4gn1f1c4. C0m0 73 c4r4ct3r1z4, c4d4 d14 n0s s0rpr3nd3s c0n 7u 7r4b4j0. Gr4c14s.”

Y para finalizar os pongo un latinajo con el que estoy totalmente de acuerdo: "Beatius est magis dare quam accipere"

Este punto de vista tampoco me resultó muy difícil (…………ya lo sé………..copiando lo hace cualquiera………) y volví a descartarlo. Ya no se me ocurrían puntos de vista alternativos y al final opté por usar mi propio punto de vista y me salió algo así:

“En esta ocasión nos juntamos en Alpedrete, 16 ciclistas, Ángel, Víctor, Valentín, Adolfo, Juanjo, María, Rafa, Rafita, Chema, Javi Iglesias, Javi Ignacio, Juan, Fernando Rodríguez, César, Santiago López y yo (Javi Sánchez).
Nada más empezar la ruta (no llevaríamos ni un kilómetro), María tuvo la mala suerte de que la gravilla se puso en medio de su camino y acabó en el suelo, rebozada en arena. (María, ¡tenías un polvazo!, chica, ……..que me fijé muy bien.)
La ruta comenzó como acabó, con un auténtico rompe piernas, y a pesar de ello, pocos fueron los que decidieron dosificar sus fuerzas y desde el principio, en las primeras subidas, ya se marcó un gran ritmo. Pronto llegamos a la subida “reina” de la etapa y aunque más corta que en el sentido habitual, ofreció pendientes más pronunciadas. Según el perfil de la etapa el desnivel acumulado era de 1145 m, pero yo fui contando los metros de desnivel con mucho esmero y, si no me equivoco, me salían alguno más, alrededor de 1213 m, centímetro arriba, centímetro abajo. Por supuesto los conté sin ningún artilugio tecnológico, que siempre tienen esos errores despreciables, que luego son importantes.
Una vez llegamos al embalse de El Vado, decidimos desayunar y hacernos las fotos de grupo, bueno alguno se hizo la foto de algo más que el grupo, pero decidió seguir en el anonimato, y solo le hicimos la foto a su sombra. Os propongo a los que no habéis ido, que intentéis adivinar de cual de nuestros ciclistas se trata.
Después de desayunar, reanudamos la marcha, rumbo a Alpedrete, y aunque la vuelta era toda por asfalto, la dureza del trayecto hizo mella en nuestros esbeltos y saludables cuerpos y a unos más que a otros nos hizo sufrir de lo lindo. Y es que el kilometraje, el desnivel acumulado, y el trazado de la ruta, hacen de este salida, una de las más duras (al menos así lo atestigua el índice IBP).
Durante la ruta solo hubo una incidencia mecánica, un pinchazo de nuestro amigo Juanjo, que rápidamente lo solucionó.
Ya de regreso en Alpedrete, como de costumbre, algunos decidieron ir al bar de Arsenio para recuperar fuerzas con sus típicas tortillas, migas, etc….. y por supuesto con la reglamentaria caja de botellines...”

Este punto de vista si que me resultó difícil y por tanto decidí que ya era hora de acabar………..que vaya ladrillo que he metido hoy. (By Javi Sánchez)