Route 66, Un paseo por las nubes.
El pronóstico meteorológico era de cambio de tiempo, y ¡vaya si cambió! según avanzábamos hacia la sierra más oscuro se veía. A pesar de todo fuimos 21 ciclistas, contando con las incorporaciónes de los tres nuevos amigos: Flu, Pedro y Fernando, que ya nos esperaban en Rascafría. Con todo, hubiésemos sido 22 pero a Joseph se le olvidó la rueda delantera de la bici en casa y no tuvo más remedio que marcharse.
Enfilamos por el camino de El Paular en asfalto hasta la bifurcación donde empezamosa a rodar en tierra. Por primera vez hacíamos la ruta en sentido contrario a las agujas del rejoj, con lo que las anchas pistas del GR-10 y fuertes repechones, fueron cayendo uno tras otro bajo nuestro ímpetu “grimpeur”. Cuando nos quisimos dar cuenta ya estábamos dentro de las nubes y poco a poco la neblina se fue convirtiendo en una lluvia espesa que aparentemente no molestaba, pero cuando nos quisímos dar cuenta estábamos calados y teníamos las manos ateridas. ¡Que preciosa y exigente subida!. Bajamos por el arroyo que desagua la Laguna Grande y volvimos a tomar el camino hasta las inmediaciones del Puerto de Cotos, donde tomamos el tentempié. Alguno propuso tomar un caldo en Venta Marcelino, ¡si lo hubiésemos hecho nos habría dado pereza volver a tomar las bicis!
Una niebla espesa en Puerto de Cotos, lluvia cerrada, carretera mojada, en otras palabras nos pusimos en marcha de inmediato por la carretera a Valdesky hasta tomar el camino de Las Cerradillas. A partir de aquí todo fué gozar de la bicicleta, caminos preciosos, pequeñas subidas técnicas, bajadas escalofriantes, sonido de pastillas y discos de freno, bosques rojizos, el Barranco de la Angostura está especialmente bonito en otoño, el pino negro va cediendo su espacio al robledal y para rematar, una vez ganado el valle abajo, el camino está seco por lo que se pudo ir rápido driblando las raíces y las piedras a toda velocidad, que se lo digan a Evita “que tuvo que desmontar de su bici” para no arroyar a unos excursionistas.
La llegada al Puente del Perdón se hace en un santiamén y un salto más allá estamos de vuelta en Rascafría. Los que pudieron se quedaron a disfrutar del jamón que llevaban los cumpleañeros.
En definitiva, una ruta que ganó mucho en el sentido que la hicímos y un dia de otoño precioso que puede considerarse como el primero de la temporada del frio.
Rafael García
(escrito por Rafa García) |