LA BARRANCA

 

Se acabó el verano.

 

Amanece un domingo despejado que, después de los muchos días de lluvia, se agradece. Además no sopla el viento y la temperatura a esas horas de la mañana es buena. También ayuda, quieras que no, que ya se esté quedando para iniciar las rutas con el nuevo horario de invierno… El día prometía en cuanto a la meteorología…craso error…De camino a Moralzarzal observamos que la zona de la sierra está bastante nublada y que en las partes mas altas de la sierra hay nieve… Son las primeras nevadas de la temporada, ¡Que bonitoooo!

 

Llegamos a Moralzarzal y vemos que allí el tema meteorológico (y no climatológico) ha cambiado sensiblemente… Nos recibe un fuerte aire racheado que viene del norte que nos deja algo acongojados…(otiá que aireee). Algún machote que otro, como David o Juanjo, se ha atrevido a venir con bermuditas, luciendo la pantorrilla, con tos sus pelánganos al aire, como si abrigaran algo pero que yo sepa sólo los del culo abrigan, ¿no?... (digan lo que digan…). Si es que alguno se resiste a despedir al buen tiempo que nos había acompañado hasta la fecha y dar paso a las nuevas estaciones,…es comprensible.

 

Después vienen los saludos de rigor, el alcalde sin llegar a aparcar todavía, me da la “Buena Nueva” de que me toca la crónica, ¡toma ya que alegría! De todas formas yo ya barruntaba que más bien temprano me tocaría. Ya se sabe que en esta vida solo hay dos cosas que no tienen solución, la muerte y realizar la crónica de turno…Contemplamos la nueva montura de Miguel Ángel, adquisición motivada por los cacos que  rondan por los garajes de su oficina. Arrancamos entorno a las 9:00 AM con un airón que nos hace abrigarnos mas de lo que en principio pensábamos. Comenzamos atravesando Moralzarzal camino de la subida a Cabeza Mediana o Cerro del Telégrafo. Al poco tiempo el aire se para casi por completo y junto a los primeros kilómetros de ascensión, hacen que empiece el despelote del grupo, en ese momento sobra casi toda la ropa de abrigo. Seguimos subiendo reagrupándonos en alguna que otra bifurcación ya que los tracks indicaban dos posibles alternativas. A veces parece que con tanto “Gepeese” se genera mas confusión que otra cosa, que si que es por la derecha, que noooo que es de frente, que tu track no es el correcto, etc. Hasta que llega el Alcalde y entonces sacaba la digcursión. “Hé por aquí”. Seguimos subiendo hasta la variante que Víctor nos tiene preparada como sorpresa, la trialera del Somier, una bonita trialera que se puede realizar montando sobre la bici casi en su totalidad por la mayoría de nosotros. Al final de la misma nos reciben dos perrazos que mas bien parecían estar sacando a pasear a su dueño. Cruzamos la carretera  por la parte alta de Becerril de la Sierra camino del embalse de Navacerrada. Desde ese punto se observa La Maliciosa completamente nevada. Pasamos por el muro del embalse y al final del muro abrimos portezuela a la izquierda para tomar un divertido sendero que bordea el embalse. Nada nos hacía presagiar lo que nos venía encima…

 

Enfilamos camino de la Barranca con el Hotel de la Barranca enfrente y La Maliciosa nevada a la derecha empezamos la subida pero de nuevo nos recibe un fuerte viento con rachas que nos hicieron pasarlo verdaderamente mal. Yo creo que eran “vientos de fuerza 7 a 8 con mar gruesa a muy gruesa y áreas de arbolada”… Me río yo de los huracanes tropicales, tifones ciclones y demás brisitas playeras…En mas de una ocasión estuvimos a punto de irnos al suelo debido a las fuertes rachas de viento que además era “de componente norte”. Se nos veía zigzaguear por los golpes de viento, de nada servia chupar rueda por que el viento entraba por todas partes…mas de uno prefirió seguir a pie viendo que en cualquier momento nos podíamos ir al suelo. La subida se hace casi imposible de hacer sin desmontar o ser desmontado, ni acercando el cuerpo al manillar ni ná de ná.

 

Vamos llegando al aparcamiento del área recreativa de la Barranca, allí, aparecen agazapados los primeros en llegar en un hueco entre dos coches que nos dura poco al llegar los dueños de uno de ellos y forzarnos a continuar camino. En este punto Miguel Ángel y Chema deciden regresar a Moralzarzal, con lo que pasamos de 17 a 15 esforzados ciclistas. Continuamos el camino hacia la Barranca pero el aire seguía soplando con fuerza, nos reagrupamos en la Fuente de Mingo en donde algunos empiezan a almorzar, hasta que el alcalde y sin sus tenientes de alcaldía decide que va a ser muy duro y dificultoso subir hasta la Barranca por el aire y la nieve que presumiblemente pueda haber en la parte alta, propone que sería mejor ir a la Fuente de la Campanilla que mucha gente del grupo no conoce y allí almorzar. Llegamos a dicha fuente, tocamos la campanilla, por supuesto, y allí tomamos definitivamente el almuerzo que falta nos hacía debido a que aunque el viento era allí algo mas flojo, no lo era tanto el frío. De hecho se podía ver nieve a escasos 100 metros de la fuente. Nos hacemos la foto de familia y regresamos rápidamente por donde habíamos venido camino del embalse de Navacerrada.

 

Esta vez el viento sopla a nuestro favor lo que nos hace que alcancemos grandes velocidades que, en ocasiones, superan los 60 km/h. Nos agrupamos al final de la pista y mientras esperamos a la llegada del resto de los bikers, nos tratamos de calentar a base de dar palmas algunos parecían auténticos palmeros flamencos, ole ole y ole.

 

Continuamos por el sendero que nos lleva alrededor del embalse de Navacerrada. Sorprende ver los pocos charcos que hay y la casi ausencia total de barro a pesar de lo mucho que ha llovido, claro esto es debido al tipo de suelo serrano por el que andamos, que no produce apenas barro, lo cual se agradece notablemente.

 

Cerca ya del principio del embalse de Navacerrada tomamos un sendero muy divertido que, en esta ocasión tenía menos agua y barro que en rutas precedentes. La diversión no fue para todos igual porque aquí hay que comentar que Javi Iglesias recibió un “zarzazo” en toda la cara que le hizo sangrar un poco. Y el señor alcalde sufrió una caída sin consecuencias al tropezar el pedal con una piedra, según dicen los testigos…

 

Llegamos a las inmediaciones del Becerril nuevamente, lo atravesamos y tomamos camino de Moralzarzal a través de la misma pista por la que empezamos la ruta que une ambas poblaciones.

 

Llegamos al final de la ruta al aparcamiento al lado del Puskas con algún kilómetro de menos de los previstos motivado por las malas condiciones meteorológicas. Algunos damos un cepillado a las bicis (Gracias David), y parte de la tropa decide retornar a casa y otros nos vamos al Kiosko Puskas donde nos tomamos una tortilla de patatas y unos torreznos excelentes. La verdad que la mujer tiene tan buena cocina como mal carácter, por decirlo suavemente…

 

Al ratito de estar en el bar, nos llevamos una agradable sorpresa cuando apareció por allí ¡Álvaro! que se encontraba desaparecido desde hacía meses. Nos comentó que espera volver pronto pero todavía no tiene montura que llevarse a la entrepierna, de a dos ruedas se entiende…

 

Y sin más que contar se despide hasta la siguiente ruta.

 

Abrazos y besos.

 

By Ramón.