Garganta de los Montes, Canencia y El Cuadrón 09-11-2011

Garganta de los Montes, Canencia y El Cuadrón 09-11-2011

DATOS DE LA RUTA


HORA DE SALIDA: 09:03
HORA DE LLEGADA: 12:05
TIEMPO DE PEDALEO: 02:04
TIEMPO TOTAL EMPLEADO: 03:2
DISTANCIA RECORRIDA: 29.9 Kms.
TEMPERATURA MEDIA: 11.0 ºC ( mín.: 7.0 ºC máx.: 24.0 ºC ).
SENTIDO DE REALIZACIÓN: habitual

OBSERVACIONES: Hicimos la ruta en forma de 8, por Gargantilla y luego Canencia, para posteriormente subir al monte de El Cuadrón por un sendero nuevo y muy duro.

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ASISTENTES: (10)

 

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Ángel
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David Verdes
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Javi Iglesias
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Javi Ignacio
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Javi Sánchez
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José Luis Lallana
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Miguel Sánchez
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Rafa García
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Valentín
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Víctor

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pinchazos en la ruta: (0)

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Prólogo:

Cada vez es más difícil ser original en las crónicas. Hay gente en el grupo que tiene un don innato para escribir crónicas originales a la vez que divertidas. Este no es mi caso. La idea de esta crónica nació en el bar de Garganta de los Montes, donde estuvimos un buen rato contando las historias de nuestra mili. Según la iba escribiendo me iba arrepintiendo de ir por estos derroteros ya que muchos de nuestros bikers no saben ni qué es eso de "la mili". Bueno, supongo que se lo imaginan aunque no la hayan sufrido. En cualquier caso no había tiempo de "cambiar de tercio" así que decidí continuar escribiendo lo acontecido en la ruta pero en un entorno militar. Espero que no os aburráis mucho leyéndola.

Historias de la puta mili

Tocan Diana, y el sargento "chusquero" Víctor se presenta el primero en el patio de armas para hacer el recuento antes de salir de maniobras. No hay nadie, es la primera vez que le ocurre desde que le nombraron suboficial, pero no es todavía la hora acordada, por eso se queda en su Jeep escuchando algo de música. Al poco llega el cabo "pañolero" Valentín que, como es el encargado de todos los suministros, ropas y munición, lleva siempre lo mejor y lo más nuevo, va hecho un pincel. Enseguida llega uno de los soldados profesionales más veteranos y curtido en mil batallas de la Compañía de Club de Campo, José Luis que, tras estar sin ir a las maniobras durante bastante tiempo, lleva estas dos últimas seguidas, se rumorea que ha estado destinado en otros lugares. Al poco llega el resto de los seleccionados para estas maniobras. El cabo primero "furriel", Javi Sánchez, siempre atento hace el recuento de la tropa,

- ¡Mi sargento, falta el soldado especialista David Verdes!.

- ¡Qué raro! le daremos 5 minutos y si no tendré que arrestarle.

- Mi sargento, ¿en qué sentido vamos a hacer las maniobras esta vez? Hace mucho que no subimos reptando desde Canencia a tomar la colina, hay que motivar a la tropa.

Otra vez que pregunta lo mismo y, la verdad, es que puede que tenga razón. Aparece David, bronca y amenazas de rigor, hay que dar ejemplo a la tropa, no se pueden permitir impuntualidades en el ejército.

Se pone en marcha el convoy militar en dirección a Garganta de los Montes, lugar de comienzo de las maniobras. El vehículo del sagento lidera el convoy. En él se está arreglando el país en conversación con el otro cabo primero, Ángel, el más veterano de todos. Pero sigue dándole vueltas al sentido.... de las maniobras de hoy...

- ¡Ya lo tengo, haremos un "ocho!".

Él sabe que los mapas que llevan preparados ya no servirán, pero no importa, no hay pérdida posible.

Llegan a Garganta de los Montes, allí estan esperando el cabo primero Javi Iglesias y el soldado Miguel Ángel Sánchez que se habían adelantado a reconocer el terreno. Ambos le comunican las novedades al sargento. Éste a su vez llama a los cabos primeros para comunicarles los cambios en la planificación. ¡a sus órdenes, mi sargento! Todos parecen confiar en él pero, ¿harán bien?

El ambiente es distendido y el día es perfecto para ejecutar lo que nos ha traído allí. Alguien rememora que en un día como éste, donde los lugareños no tenían fiesta (igual que hoy) hubo que cancelar los ejercicios al quedar inservible la ametralladora MG que manejaba el cabo primero Javi Iglesias. Tuvieron que bajarla a pulso hasta Canencia, el pueblo más cercano, e ir a buscar los vehículos de carga. Como debe ser, se acabó en la cantina más cercana bebiendo kalimocho. Fue allí donde, después de unos cuantos tragos de más, Víctor intentó ser simpático con unas lugareñas que trabajaban en el Ayuntamiento de la localidad, cosa que se interpretó de otro modo por los subordinados que cuentan historias exageradas e inventadas.

Los primeros ejercicios se tratan de tomar dos puentes. Víctor ameniza al personal con su rollo de siempre: este puente se llama Puente de Cantos y el de Canencia, Puente Canto. ¡Anda que eran originales los que les pusieron los nombres!. Por cierto hay otro puente junto a un molino, mirad el mapa. La tropa no tiene ningún interés. Pues me lo quedo para las próximas maniobras.

¡Rompan filas! Avituallamiento en el puerto entre Canencia y Garganta de los Montes. Conversaciones típicas de cuartel: que si chúpamela, que si tírate a la chica interna, que si tíratela tú si te atreves, que si la duermes y te la chupa, que si un poyazo en la nuca, ¡en fin, lo de siempre! ¿o cada vez estamos peor?

- Garganta de los Montes otra vez, ¿ya hemos acabado, mi sargento?

- ¡Ni de coña, mirad el monte de ahí enfrente, hay de tomar esa cota y hacer un despliegue de todos los equipos de fuego rodeándola por completo. Los primeros que lleguen se les dará un pase pernocta de aplicación inmediata en cuanto acabemos los ejercicios de hoy.

El pensamiento de la tropa se trasparenta en sus frentes ¿Pero por qué eres tan cabrón, si estamos a lado de los vehículos?, nos dejas con la miel en los labios y encima nos haces competir entre nosotros, ¡qué mal rollito!.

Otra vez el sargento Víctor pensando (¡claro, como no lo hace habitualmente!) ¿Y si hacemos una maniobra de investigación? Y llama al cabo primero que suele utilizar de asesor.

- ¡Primero Sánchez, venga usted un momento!

- ¡A sus órdenes mi sargento!

- Cambio de planes, intentaremos atacar la cota del Cuadrón por este sendero que aparece en los mapas y que nunca hemos hecho.

- Con todos mis respetos, mi sargento, ¿está usted seguro? mire que si nos equivocamos la moral de la tropa se va a resentir.

- ¡Que se jodan! ¿dónde coño estamos en un convento de clarisas o en el ejército?

- ¡A sus órdenes, mi sargento!

El cabo primero comunica el cambio de planes. Se vislumbra la cara de acojone de la tropa. Y no era para menos, el sendero o pista poco transitada, tenía unas rampas durísimas que hicieron poner cuerpo a tierra al mismísimo cabo especialista zapador Rafa García. Al final se consiguió tomar la cota de El Cuadrón del modo en el que se hace todo en el ejército español, ¡por cojones!

El equipo de fuego del cabo primero Javi Sánchez llega a la cota el primero. En La Cabeza del Cuadrón, que así se llama la cota, se vuelve a dejar descansar unos minutos a la tropa después del esfuerzo, casi inhumano, realizado.

- Mira, si está abierta la verja de subida a la atalaya de vigilancia contra incendios, pues hala vamonos para arriba.

- ¿Por que no hacemos una foto en la escalera? ¡venga!

- Oye ¿cuanto aguanta esta escalera?

Y es que algunos son un pelín negativos o sensatos, según se mire. Foto de rigor (algunos soldados llevaban cámara, ¡y luego dicen que llevan mucho peso en sus mochilas!). Ya solo falta bajar hasta el punto de origen, donde esperan los vehículos del convoy. Una vez más el sargento tiene preparada otra innovación.

- ¡Atención! ¡a formar! ¡firmes! ¡Paso ligero!

Todos obedecen y se dirigen hacia donde sus mandos les indican sin saber qué nueva putada les tiene reservado el destino. El sargento les había dicho que esta bajada la había trazado en el mapa pero el pensamiento general era de cierta desconfianza tras las últimas innovaciones en las maniobras de La Hiruela, que resultaron ser un infierno con varios heridos, eso sí, sin importancia: -¡Hostia, me veo bajando rodando!- Pero no fue así. Curiosamente este último tramo de descenso pedregoso es más fácil de lo esperado y se llega rápidamente al punto de origen. El sargento se siente como Aníbal, el del Equipo A

-¡Me gustan que las cosas salgan bien! La próxima vez ya sé por donde vamos a subir.

Una vez terminadas las maniobras y antes de volver al cuartel se permite al personal ir al puticlub del pueblo.

- ¿Que no hay puticlub? ¡Pues vaya putada!, habrá que ir a una cantina a emborracharse.

Y se dirigen todos al bar de Los Canarios. Todos no, el equipo del cabo primero Sánchez, al no haber puticlub en el pueblo, solicitan permiso para tomarse su merecido premio al coronar los primeros la cota del Cuadrón. Se les concede y el cabo primero Sánchez, el cabo segundo Javi Ignacio y el soldado Miguel Sánchez toman un vehículo militar ligero para regresar inmediatamente al acuartelamiento y posteriormente tomarse el día y la noche libres.

Son las 12 y empiezan las dudas en la tropa. Esto suele ocurrir cuando se les deja sin órdenes un momento, se sienten desorientados. Menos mal que en el ejército no hay democracia que si no así nos iba a lucir el pelo:

- Mi sargento, podíamos haber ido al otro bar

- Pues quizás sí pero... ¡vaya tetas que tiene la tía! ¡nos quedamos aquí!

Unas cervezas con limón, con casera, con alcohol, sin alcohol con limón, sin alcohol con red bull, con un chorrito de coñac, con whisky, con mucho humo y muchas putas,.... ¡Vamos que lo de siempre, ni una puta cerveza igual. Este ejército moderno ya no es como antes, hay mucho sarasa.

- ¡Venga, a pedir unas racciones!

Ordena el sargento, que no puede reprimir el dar órdenes hasta en los momentos de ocio. Y les sirven unas patatas con mojo verde y mojo rojo, ¡Vaya tetas!

-¿Eres canaria?

- Sí.

- ¿Y qué hace una chica como tú en un sitio como éste?

Ya está el Víctor otra vez, pero.... es verdad que tiene unas delanteras que....

- ¿Y pasas mucho frío en este pueblo? ..... ¿no serás del Hierro? porque con esas tet... ¡digo! deben estar asustados y no me extraña.

Por un momento se olvidan de la camarera y sus atributos y comienzan, no sé cómo, a contar historias de la vida real que hace tiempo vivieron algunos. Que si yo estuve en el Pirineo, que si yo en Infantería de Marina, que si yo en oficinas, que si yo me libré por inútil, que si yo por excedente de cupo, etc, etc. ¡Las tetas otra vez!

Menos mal que no hay más tiempo, ni para tomar más ni para meterse con la pobre camarera o dueña de la cantina, que si no.... la liamos. Volvemos a los vehículos militares y regresamos al cuartel con la sensación del deber cumplido.

¡Todo por la Patria!

(escrito por el sargento de Infantería, Víctor)

(escrito por Víctor)


nº fotos/pág.

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Comienzo de ruta en Garganta de los Montes.


Comienzo de ruta en Garganta de los Montes.


Comienzo de ruta en Garganta de los Montes.


Comienzo de ruta en Garganta de los Montes.


Comienzo de ruta en Garganta de los Montes.


Comienzo de ruta en Garganta de los Montes.


Comienzo de ruta en Garganta de los Montes.


Maricubas (Garganta de los Montes).


Quiñones del Sapo (Garganta de los Montes).


Quiñones del Sapo (Garganta de los Montes).


nº fotos/pág.