Vuelta por el Parque Regional y el Canal del Guadarrama desde el Puente del Retamar (Río Chico) 03-02-2013

Vuelta por el Parque Regional y el Canal del Guadarrama desde el Puente del Retamar (Río Chico) 03-02-2013

DATOS DE LA RUTA


HORA DE SALIDA: 09:06
HORA DE LLEGADA: 13:32
TIEMPO DE PEDALEO: 03:09
TIEMPO TOTAL EMPLEADO: 04:26
DISTANCIA RECORRIDA: 43.0 Kms.
SENTIDO DE REALIZACIÓN: habitual

OBSERVACIONES: Hubo un pinchazo de uno de los amigos de Dani y una rotura de cadena de Antonio Lorente. También hubo una caída, sin consecuencias, de Pedro en la bajada del Madroñal.

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ASISTENTES: (24)

 

caida
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Adolfo
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Alejandro Benito
caida
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Antonio Lorente
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Carlos Redondo
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Carlos Terán
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Chema Saavedra
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Dani
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Dani Pérez
caida
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David Martínez
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David Verdes
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Flu
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Goyo
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Hugo Aguirreche
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Jaime
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Javi Iglesias
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Javi Ignacio
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Javi Sánchez
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Juan
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Juan (amigo de Dani)
caida
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Pedro
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Ramón
pinchazo
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Sergio Redondo
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Valentín
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Víctor (Camarero)

caídas en la ruta: (3)

pinchazos en la ruta: (1)

averías en la ruta: (1)

LAS COSAS MÁS TRIVIALES SE VUELVEN FUNDAMENTALES (Héroes del Silencio)
 
Psssssssssssssshhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh
Sssssssssssssssssslllllllllllllllllllliiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiimmmmmmmmmmm
Artrttrtrtarrtttratrtrtrtrtratrtrtttratrtrtrtrtatrtrtrtrtrtarttrtrtrtratrtrttr
Sssssssssssssssssslllllllllllllllllllliiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiimmmmmmmmmmm
Me encuentro fuerte
Lo voy a intentar
Apretaré los dientes
-          David, voy para delante, me siento toro
-          Hala, dale. Ten en cuenta que son 10 km de subida!!! Y tus gomas lastran!!! (carallo)
Artrttrtrtarrtttratrtrtrtrtratrtrtttratrtrtrtrtatrtrtrtrtrtarttrtrtrtratrtrttr. Meto plato. Hostia como voy!!!.
-          Paso, pasoooo, voy por la izquierda, pasooooo…  Valentín, tu mochila pierde herramientas, vas dejando un camino de tuercas machoooo.
 
Artrttrtrtarrtttratrtrtrtrtratrtrtttratrtrtrtrtatrtrtrtrtrtarttrtrtrtratrtrttr. Bajo piñón. Diosss. Que cabrón el Charly subiendo esto haciendo un caballito a una mano… y comiendo un bocata de jamón serrano con la otra….
-          Hugo, te dejo machote.
-          Ale Vítor, como vas majete.
 
Ahí están… les veo, les estoy pillando. Cómo van, cómo van!!! . Bajo piñón. Me pongo de pie, coño que les tengo, les paso, ¡les paso!!!!!
-          Vaaaaamos javiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiis. Javiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiis, javiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiis. Issssssssssssssssssssssss, iiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii, riiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiing, riiiiiiiiiiiiiiiiiiiing.
 
6:45 de la mañana. Suena el despertador. Abro los ojos rápidamente. Soy consciente que es domingo. Hoy iré a montar. No me costará trabajo levantarme. Ayer lo dejé todo preparado: bici, ropa, guantes, gafas, almuerzo, agua… pero aún así me levantaré con tiempo suficiente como para desayunar bien. Lo necesitaré y me apetece.
Manda narices que me pongo el despertador a diario a las 7:00, para trabajar en la tesis… y no me levanto ni un día. Apuro hasta las 8:00 para levantarme, ducharme, mal desayunar e ir al colegio a trabajar. No es lo mismo. No es la misma motivación.
 
Son las 6:45 y podría quedarme más en la cama, pero me apatece levantarme. Estoy motivado. Estoy agusto. Quiero montar en bici, conocer nuevos parajes desconocidos, sentirme arropado por el grupo… puede que hoy pase a ser MI grupo. Me lo imagino y me sale una sonrisa. Yo, en el grupo. Yo principal. Ayer se lo conté ami mujer como si fuese una hazaña más de las que he ido conseguido a lo largo de mis 38 años. Y lo será. Yo. Principal. Bueno no me quiero hacer emociones. Comprendo que es pronto. Pero es un grupo especial.
 
Son las 6:45 y me apetece levantarme para apretarle las manos a los demás al salir del coche. No me supone ningún esfuerzo, ya que pedalearé acompañado. Sé que tendré unos galgos a la cabeza que irán abriendo camino, descubriendo el terreno, orientándonos en él y siriviéndome de ejemplo de lo que nunca podré llegar a ser. Cabeza de grupo. Como el cabeza de familia, los cabeza de familia.
Me sentiré seguro porque sé que los de atrás siempre estarán conmigo en caso de ir despacio, y seguro que aprenderé algún truco nuevo sobre pedaleo, o mecánica, o descenso, o sobre la vida. Y veré alguna reparación, quién sabe si la mía propia. Arropado. Seguro.   
riiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiing, riiiiiiiiiiiiiiiiiiiing. Paro el despertador. Noto la piel desnuda de mi mujer ami lado. Anoche fue grande. No como antes, pero para ahora, grande. Me susurra al oído. Insiste. Hoy no, hoy empieza un gran día. Quiero prepararme bien para pasar una gran mañana.
Una mañana fría de invierno que promete ser compasiva en unas horas con unos cuantos ciclistas que se adentran en el curso medio del río guadarrama. Veremos el sol en pleno parque regional. Y nos abrazará con su calor. Bueno, parece que vamos a ser unos pocos y … somos unos muchos. 22 del club, y 7 de Villanueva del Pardillo, ataviados con uniformidades que recuerdan los holandeses. Impolutos, pero impuntuales. Llegan con cuentagotas, y algunos ya estábamos allí desde las 7:45. Dani les acompaña y eso nos hace ser pacientes. En total 30. (Hoy Dani como buen anfitrión, ha hecho de goma entre los dos grupos, por lo tanto, ni de uno, ni de otro, sino de los dos). Un gran grupo, mejor dicho un numeroso grupo, ya que, por primera vez echo de menos al alma, al creador al TODOPODEROSO. Víctor, el “alcalde”. Quizá sea ese un motivo por el que hemos salido con tanto retraso. ¿Existen grandes pueblos sin grandes líderes? Incluso los sistemas más democráticos y participativos, requieren de un líder sólido. Yo sé que Víctor lo es, pero hoy lo he comprobado más aún. Dicen que se añora cuando lo pierdes, o no lo tienes. Y Víctor no estaba en la salida, por eso salimos con retraso.
Nos adentramos como gran serpiente multicolor en el parqiue regional, entre caminos embarrados y encharcados hasta no poder más. Zigzagueando. Ahora por arriba, ahorra por abajo, ahora por arriba, ahora por abajo. A ritmo de tortuga. Pero disfrutando de esas sensaciones que tan sólo las dos ruedas te pueden dar. Barro, derrapes de la rueda de atrás, arenizas blandas, charcos, jaras que golpean el rostro, ramas de encina que rozan el casco. Las gotas de agua y barro que salpican en las gafas procedentes de la rueda de quien va delante. Acelerones, frenadas. Pies en tierra. Pinchazo.
Uno de los Villanueva (la segunda palabra de la población podría llevar a confusiones) sufre un pinchazo y como en pleno tour de Francia el pelotón avanza a ritmo de espera mientras su equipo al completo, cual naranja mecánica, le asiste. No estaba Víctor. Me lo imagino con su voz: “esperad, pinchazo” y parándose a atender, o al menos a controlar que es atendido. Como líder. Como alma pater. Me hace sentir seguro. Pero hoy no está.
Por fin el camino se abre y podemos pedalear con mayor ritmo y disfrutando de pistas más anchas, lo que hace que la interacción tan importante en estos tiempos surja. Las conversaciones, los chistes, las complicidades. Eso cuando las subidas lo permiten ya que hay repechos que hacen que escuches tan solo tu respiración… y el habla de algunos privilegiados. No está Víctor para avisarnos de la que viene. Lo suele hacer.
Dicen que la carretera pone a cada uno en su sitio, y yo creo que el camino más aún, sobre todo si es para arriba. Los de siempre delante, los de siempre detrás, y alguna sorpresa por medio. En este caso tenemos un alma jóven, debutante, irradia ganas, da gusto verle… recuerda tiempos lejanos, nos hace pensar qué hacíamos entonces… y a su lado (bueno detrás) su padre. Protector, orgulloso.
La ruta nos lleva por una muestra del bosque mediterráneo, con su vegetación característica, sus huellas de animales salvajes y lo no tanto, que surcan los caminos, y los rastros de las ruedas de bicicletas. También se dejan ver las de los otros vehículos de dos ruedas, ruidosos, contaminantes,…
Como en el meditarráneo, en una de las urbanizaciones que atravesamos (fantásticos miradores de cristal, casa bajas de estructras sencillas contrastando con cuasi palacetes), descubrimos un nuevo término ciclístico: vieleta. V I E L E T A. Es donde Antonio Lorente ha sido capaz de atascar la cadena de su caballo de aluminio ¿o carbono? No sé. Me gusta que en el grupo haya diversidad. Carbono, aluminio, 29, 26, lastran las gomas, pesan las piedras…. No hay problema. Como siempre más de cuatro personas acudimos al auxilio para intentar sacar la cadena atascada, o para mirar cómo la hacen los demás, y justo cuando empieza a sobrevolar el buitre de la retirada, el fantasma del tronchacadenas… Valentín con ligereza y naturalidad da con la solución con una leve presión sobre la bicicleta. Sin herramientas. Sencillo. Práctico.
Volvemos al punto de inicio y el grupo se dispersa. Los Villanueva se retiran, o al menos eso parece, de la ruta estipulada por el grupo. Parece que tomarán otro camino. Pero Dani, con un Villanueva, se aferran, resisten.
Algunos hacen la frase fácil: venga, a las cañas, y sabemos que ninguno lo haría. No se han levantado antes de las 7 de la mañana para sentarse en un bar a tomar cañas. Esto acaba de empezar. Empieza la ruta en serio. Estos 10? Kilómeros han sido el calentamiento.
Empieza a estirarse el grupo, la ruta comienza. Sigue el bosque mediterráneo y los paisajes de bosques se empiezan a entrecruzar más aún con las urbanizaciones… la universidad. Una universidad en medio del viento, de la sierra, de la nada. ¿Y qué hac esto aquí? Me encanta la variedad. El carbono, el aluminio. Las rígidas, las dobles. 26, 29. BMW, Audi, Seat… En Harvard basan en ello su pedagogía. Y por la noche el follonero nos demuestra que en Finlandia también. Funciona. Wind stopper. Decathlon. Enriquece el grupo. Lo hace grande. Es uno de sus atractivos. Te sientes bien con unas Oakley fotocromáticas. Te sientes bien con pantalón corto encima de… unas mallas rotas. (Pedro, espero verte el próximo domingo con otro remiendo).
Son los síntomas de las caídas. Descensos que pueden ser peligrosos si arriesgas... o si no te concentras, o si no tienes experiencia en sacar las calas del pedal. Si no tocas el freno. Si el alcalde no dice “aquí dejar distancia”. O si la horquilla no responde, como a David, que va al suelo también. Las fotos lo demuestran.
 El camino pone a cada uno en su sitio. Y a las cabras… en el monte. Charly, el único capaz de hacer el cabra en subidas en las que los demás echamos pie a tierra. Él las sube. Como en mis sueños. Debe ser por el bocadillo de jamón, un clásico mediterráneo en una ruta mediterránea. Como clásico es dejar las mondas del plátano tiradas en el suelo con la intención que las devoren los jabalíes… o las urracas. ¿Alimento imprescindible en su dieta mediterránea?. A los montañeros nos enseñaron desde pequeños que la colilla de tabaco en los cordones y los desperdicios en la bolsa. Aquí es diferente. Pero es una especie de tradición. Yo aquí la condeno. Supongo que me servirá para las futuras bromas, para que me cuelguen las mondas de mis bolsillos, como ramita de árbol de navidad, como piedra que cae en las mochilas.. las descubriré a mi llegada. Y me hará sentir bien, me hará sentir que quizá a partir de hoy sea principal. Yujúuuuu.
Y la ruta empieza su final, con una subida. Dura. Larga. … Y al final de la subida la cámara de fotos, esperando inmortalizar esos rostros, esa clasificación inconsciente e implícita. El camino pone a cada uno en su lugar. Sin carbono, sin 29, sin windstopper. Es parte de la grandeza de este deporte. Las piernas. El sufrimiento. Llegar. Disfrutar. Terminar. Y despedirte hasta la próxima semana.
Algunos terminamos desgustando las delicias de lomo, chorizo y salchichón que Chema nos regala. Y ocho barras de pan de chapata que saben a gloria. Altruista. Sincero. Y nosotros agradecidos con la cerveza en la mano. Por esto también me levanté sin pestañear a las 6:45. Y por esto también eché de menos al alcalde. Sin él olvidamos el brindis. Y lo hicimos in extremis con los botellines vacíos. En la terraza soleada de un lugar desconocido, pero especial. No por el sitio, no por la ruta, no por lo acontecido. Por el grupo. Del cual estoy orgulloso de decir que… SOY PRINCIPAL.
Sólo tengo palabras de agradecimiento. Desde mi primer día en Somosierra pasando por los demás. Descubirendo lugares, compartiendo experiencias, VIVIENDO y, por unas horas trasladándome a un mundo lejano de la crisis, de la corrupción, de los desengaños, de la rutina, del trabajo y de los susurros sensuales de una mujer.  De la otra vida.
Gracias chicos a todos. Hasta la próxima ACC.
 

(escrito por Víctor (Camarero))


nº fotos/pág.

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Punto de salida, junto al Restaurante Río Chico.


Punto de salida, junto al Restaurante Río Chico. Javi dando las primeras órdenes.


Punto de salida, junto al Restaurante Río Chico.


Punto de salida, junto al Restaurante Río Chico.


Punto de salida, junto al Restaurante Río Chico.


Punto de salida, junto al Restaurante Río Chico.


Punto de salida, junto al Restaurante Río Chico.


¡Cómo te echamos de menos......!


Punto de salida, junto al Restaurante Río Chico.


Punto de salida, junto al Restaurante Río Chico.


nº fotos/pág.