DATOS DE LA RUTA
HORA DE SALIDA: 08:38
HORA DE LLEGADA: 11:33
TIEMPO DE PEDALEO: 02:13
TIEMPO TOTAL EMPLEADO: 02:55
DISTANCIA RECORRIDA: 25.9 Kms.
TEMPERATURA MEDIA: 3.0 ºC ( mín.: 1.0 ºC máx.: 13.0 ºC ).
SENTIDO DE REALIZACIÓN: inverso
OBSERVACIONES: Caída de Rafa García, al meterse en una "rodera", sin consecuencias.
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ASISTENTES: (18)
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caídas en la ruta: (1)
pinchazos en la ruta: (1)
averías en la ruta: (0)
Antes de comenzar, quiero agradecer a nuestro ilustre biker, Hugo, el que hoy estéis leyendo esta crónica de mi puño y letra. A él le dedico estos epítetos cariñosos: mamón, ursulina, maribiker,….., todo desde el cariño.
En la planificación de esta ruta ha habido cambios hasta última hora: qué si inversa, qué si alargarla, qué si más gorda (no lo he terminado de entender), qué si la hora se atrasa, qué si subir al refugio de la Salamanca,…. Total que al final el Sr. Alcalde colgó la ruta a las 22:12 dando satisfacción, a casi todos. Yo por mi parte a medida que leía los comentarios del blog me iba acojonando más y más pensando, joder un mes sin tocar la bici, (si, estuve la semana pasada, pero era una ruta fácil) y el pedazo de ruta que quieren hacer, no cabe duda, quieren acabar conmigo. Al final llegamos a la eterna pregunta de siempre, ¿qué somos?, ¿maribikers o gladiabikers?, que cada uno responda con lo que más se identifica.
Volviendo al tema objeto de esta crónica, a altas horas de la madrugada nos encontramos en La Jarosa un grupo de locos, no se nos puede llamar de otra formar. En vez de quedarnos calentitos en casa, al roce de la parienta (no penséis mal), decidimos ir a pasar calamidades: frío, nieve, hielo, lluvia, barro o lo que se tercie. Pero esos son los inconvenientes que tiene una afición que nos gusta tanto, que a pesar de las inclemencias del tiempo siempre se sale o al menos se intenta. Y cuando no se ha podido salir, por los motivos que sea, esa mañana estás con la mente en otro lado, pensando en los que están montando, en cómo les irá, si será dura y por supuesto en el tercer tiempo, momento en el que se aprovecha para desestresarnos de la semana y reírnos hasta de nuestra propia sombra.
Siguiendo con la crónica, la temperatura era bastante fría, 2º bajo cero. Finalmente la ruta se planificó a la inversa. No teníamos la certeza de que no encontrásemos nieve o hielo a medida que ascendiéramos al Collado de la Mina y por eso Víctor iba pensando en algunas variantes. Se comenzó a subir por pista, donde los primeros 5 Km. fueron muy duros, ya que comenzábamos a subir no habiendo calentado previamente, con desniveles de más del 15%. Después hubo un falso llano de unos 3 Km. y continuamos por pista, para no encallar en el barro, sin parar hasta llegar al Collado de la Mina. En este último tramo los desniveles fueron más asequibles.
Víctor iba diciéndonos que en el momento que encontrásemos hielo nos dábamos la vuelta, pero finalmente, lo poco que encontramos lo pudimos salvar, no sin ciertos apuros por parte de algunos, es el caso de Juan a quien le derrapó la rueda trasera y casi fue al suelo. Quien no andaba muy fino era el Sr. Green, iba un poco tocado de su rodilla, lo que le hacía ir de farolillo del grupo. Compañero los excesos se pagan, que ya no tienes 18 años.
En el Collado de la Mina tomamos el refrigerio de rigor, y observamos que la ladera segoviana estaba nevada y en la carretera se apreciaban placas de hielo. Ante este panorama, se decidió continuar por donde habíamos venido, excepto Juanjo, que decidió irse por el refugio a hacer una trialera.
Bajando nos encontramos a bastantes ciclistas que subían, la pista estaba concurrida, había que ir con cuidado. Aquí es cuando Rafa aprovechó para adquirir una muy buena parcela, con unas vistas impresionantes del valle y con agua, mucho agua. El sí que sabe comprar. Dejando ya las bromas aparte, éste tuvo un pequeño percance pero sin importancia, salió por delante del manillar al meterse la rueda delantera de su bicicleta en una torrentera, y continuó rodando hasta que se paró en unas zarzas. Después de ayudarle a salir y de las oportunas comprobaciones de que no había nada roto, ni jinete ni montura, continuamos por la pista hasta llegar a un desvío de la pista que era un sendero encharcado. En este punto, algunos decían de continuar por la pista, yo creo que para no manchar la bici, pero finalmente todos acabamos yendo por el sendero, siendo francamente divertido.
Casi al final de la ruta, Ramón propuso ir por un camino que conocía, siguiéndole unos pocos, la mayoría continuamos por donde estaba trazada la ruta. Después nos comentaron los que habían seguido a Ramón que la variante estuvo entretenida.
Una vez metidas las bicicletas en los coches, pasamos al tercer tiempo de rigor y brindando por las cosas de montar. Al rato se incorporó Juanjo, que nos comentó el motivo de su retraso, reventó la cubierta trasera y tuvo que meterle una cámara.
Colorín colorado esta crónica se ha acabado.
(By Valentín)
(escrito por Valentín)
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