Vuelta por el Parque Natural del Cañón del Río Lobos 19-05-2013

Vuelta por el Parque Natural del Cañón del Río Lobos 19-05-2013

DATOS DE LA RUTA


HORA DE SALIDA: 08:45
HORA DE LLEGADA: 12:48
TIEMPO DE PEDALEO: 02:30
TIEMPO TOTAL EMPLEADO: 04:3
DISTANCIA RECORRIDA: 34.7 Kms.
TEMPERATURA MEDIA: 7.0 ºC ( mín.: 4.0 ºC máx.: 15.0 ºC ).
SENTIDO DE REALIZACIÓN: habitual

OBSERVACIONES: El río Lobos bajaba con un caudal muy crecido, dificultando el paso sin mojarse en los abundantes cruces de río. Caidas de Goyo y Valentín con consecuencias leves.

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ASISTENTES: (11)

 

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Adolfo
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David Verdes
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Flu
caida
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Goyo
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Javi Ignacio
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Javi Sánchez
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Juan
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Juan Pablo
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Ramón
caida
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Valentín
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Víctor

caídas en la ruta: (2)

pinchazos en la ruta: (0)

averías en la ruta: (0)

CAÑON DEL RIO LOBOS
Bueno… me tocó la crónica…ya no se podía dilatar mas la espera. De todas formas no está nada mal la crónica anterior la hice cuando todavía era pequeño, por tanto no me puedo quejar. La verdad es que estuve dudando de ir a la ruta por motivos obvios, me tocaba la crónica, la meteorología prevista, la distancia hasta el comienzo de la ruta, el madrugón y además hay que sumarle lo de Eurovisión, quedar penúltimos duele…pero no, me dije que hay que ser un gladiabiker y no un maribiker que si uno se deja llevar por las posibles dificultades termina predominando lo segundo y es muy difícil reconducirse… Además la ruta la recomendaban insistentemente varios de los ciclistas catalogándola de las más bonitas en cuanto a paisajes y entorno, si no la que más de las realizadas.
 
Me levanto a no se que hora de la madrugada, mucho antes que cualquier otro día suelo hacer para ir a trabajar. Me visto de invierno, por supuesto, y a desayunar mas o menos fuerte que si no tendremos hambre antes de empezar.
 
Quedo en pasar a recoger a Valentín y tomamos camino del Club de Campo ya que nos pilla de camino. Hace una rasca de Nebrasca pero eso no nos sorprende ya lo suponíamos, con esto de que ha regresado el invierno y además  parece que se va a quedar una temporadita…(¡joé!) Llegamos al Club de Campo en donde nos encontramos con los valientes que no se han aberronchado y se han apuntado a ejercer de gladiabikers. Nos vamos saludando y viendo como nos acoplamos en los coches para llevar el menor número de vehículos ya que comentan que probablemente nos cobren 4 eurazos por vehiculo a tracción mecánica… que no animal…Llegan todos menos el Alcalde, que aparece poco después con un cabreo monumental debido a que esta mañana se encuentra pinchada la rueda que cambió por una nueva la noche anterior, con lo que le ha tocado volver a cambiarla por la mañana…¿ni siquiera se recrea ni regodea en decirme que me toca la crónica!…mejor no hacer bromitas con él…por el momento.
 
Nos vamos en los coches de Adolfo, Goyo y el mío propio dejando el resto en el Club de campo. Partimos hacia El Río Lobos 9 gladiabikers, Juan Pablo y Flu van directamente al punto de partida. Ya sólo el viajecito en coche merecería una crónica aparte, por lo largo del mismo. Nos llueve ligeramente por el camino. Por el camino nos encontramos con Juan Pablo que se une a la comitiva. Llegando a Somosierra, sitio de infausto recuerdo para alguno de los asistentes (léase la crónica del miércoles 15 de mayo) nos invade la niebla, baja la temperatura hasta casi 1 grado y empieza a caer algo de aguanieve, empezamos a pensar que nos hubieran venido bien llevar cadenas por si acaso. Parece que vamos camino de Mordor o de Invernalia… ¡y nosotros con mallitas!…Rezamos para que en el destino no haga este tiempo…Observamos cómo van cambiando los paisajes según discurrimos por la provincia de Segovia y Soria, la época del año ayuda a que los Campos de Castilla luzcan espléndidamente, lástima del tiempo que hace que lo empaña un poco.
 
Llegamos al Parque del Rio Lobos y empieza el peregrinaje para ver donde aparcamos. Primero lo intentamos moviendo una valla que impedía el paso a vehículos a uno de los aparcamientos pero nos lo pensamos un poco y decidimos volver casi al principio donde se encontraba un bar con aparcamiento de sobra (algo fácil porque éramos los únicos que por allí andábamos). Entretanto, ha aparecido Flu con lo que nos juntamos finalmente 11 gladiabikers. Nos preparamos para empezar la ruta, algunos dudamos en ponernos desde el principio el chubasquero porque la amenaza de lluvia era constante, yo me lo puse mas que nada para que no lloviera, ya sabes cómo funcionan las leyes de Murphy que en cuanto te lo quites se va a poner a llover.
 
El comienzo de la ruta se ha variado con lo que hay que hacer algo mas de ruta. Compruebo que hay varios ciclistas que se han traído la “rígida” en vez de la doble habitual como son Flu, David y Valentín. Parece que tienen que dar algo de cariño a todo su harén y sacarlas a pasear de vez en cuando para que no se enfaden. El resto vamos con las habituales. En un principio se intenta ir por el sendero que parte del propio aparcamiento y que va por la parte izquierda del rio pero al poco de iniciar la ruta vemos que no es posible continuar, hay demasiada agua en el cauce y no nos permite cruzar, este hecho del gran volumen del agua que lleva el rio marcará el resto de la ruta. Volvemos hacia el aparcamiento para seguir los primeros kilómetros por la carretera que lleva hacia los aparcamientos del fondo del Parque Natural del rio Lobos. Al poco rato empiezan los cruces del río que hay que realizarlos a pie sobre pasos de piedras, los primeros se pueden hacer sin grandes dificultades pero mas adelante sale mas a cuenta hacerlos a nado… Para algunos no presenta mayor dificultad pero para otrossss si, quizá por el calzado que resbalaba sobre las piedras mojadas y no permitía pasar con seguridad. También es cierto que las calas hacían resbalar más de la cuenta y alguna de las piedras eran móviles.
 
Llegamos a la Ermita de San Bartolomé y hacemos parada obligada en la cueva que lleva el mismo nombre, se quedan todos en la entrada salvo Juan Pablo y yo mismo que nos adentramos hasta el fondo de la misma ya que, yo al menos, no la conocía. Volvemos a montar y seguimos paralelos al río. Se suceden los cruces de rio y el amigo David, viendo el panorama, decidió ir por el camino más rápido y húmedo, montando sobre su rígida se lanzaba a cruzar todo aquel tramo que consideraba que era mas o menos ciclable en unos casos y a la aventura total en otros tramos…claro él se ha criado en una región en la que el agua domina cada paraje, además él nos lo recomendaba diciendo que nos iba a dar igual porque íbamos a acabar empapados de igual manera, y si teníamos ropa y calzado de repuesto. ¿Qué más da? Después de 4 ó 5 cruces de rio algunos de los presentes pensaron que descalzarse para cruzar sería mejor solución ya que las piedras en ciertos puntos estaban bastante profundas… Pero tras un breve intento de Javi Ignacio vieron que era casi mas peligroso hacerlo descalzo, y además mucho mas coñazo descalzarse y calzarse continuamente ya que podrían quedar por hacer un número indeterminado de cruces... Se volvieron a calzar y a pasar como el resto. La verdad es que no hacia frio y los pies se notaban húmedos pero no estaban entumecidos por el frio que no se notaba…menos mal.
 
Seguimos avanzando con varios cruces a pie/nado de río, David seguía haciendo de las suyas, ¡Ay si te viera tu madre lo que te diría!  Eso sí al final le quedó la bici niquelá, limpia limpia. Finalmente se decide no realizar la variante que había propuesto el Alcalde debido al retraso acumulado tan grande que llevábamos, ya que tardamos algo más de dos horas en llegar al puente de los Siete Ojos. Tomamos la pista que va paralela a la carretera que lleva a Arganza. Cambia el paisaje y las praderas de cereales hacen su aparición. Giramos a la derecha antes de llegar a Arganza y por pista empezamos a subir hasta la Hoya Casares en donde paramos para abrevar, ¡Perdón! para comer barritas, frutos secos y platanitos, etc.
 
Continuamos hacia los alrededores de Casarejos por pista y con una bajada divertida justo antes de retomar unos de los ramales del Cañón , el Arroyo de Valderrueda que, a mi parecer y el de la mayoría de los ciclistas, es el tramo más divertido ya que discurre por un sendero con varios cambios de terreno debido a que discurría, en algunos tramos, por el mismo cauce seco del arroyo. En general no ofrecía dificultades importantes pero, de vez en cuando, aparecían agujeros en medio del camino y también piedras sueltas que había en varios tramos. Esto último provocó que Goyo y Valentín tomaran tierra y compraron sendas parcelitas pero sin consecuencias importantes, en principio.
 
Llegamos al cruce con el rio Lobos en donde los excursionistas de a pié empiezan a proliferar,( en bici no iba ni Diosss).  Seguimos hasta la Ermita de San Bartolomé en donde nos reagrupamos y realizamos las últimas fotos de grupo. Ya sin más demora nos dirigimos hacia el aparcamiento no sin antes realizar un último cruce de rio variando la técnica, hacemos una cadena humana y nos vamos pasando las bicis, pero la ganancia de tiempo es escasa.
 
Llegamos al aparcamiento cerca de las 13:00,  nos cambiamos de ropa y decidimos quedarnos todos a tomar un reconstituyente excepto Juan Pablo que parte raudo y veloz.  Era tan tarde, que ya daba igual llegar un poco mas tarde a casa. Brindamos por las cosas de montar y saboreamos unos hermosos torreznos y chorizo frito. Hicimos un pis porque no se pararía ni para mear y salimos zumbando para el Club de Campo y de ahí cada cual marchó para su casa que ya era una hora intempestiva.
 
Ruta muy bonita que no tenía el gusto de conocer. No me arrepiento ni lo más mínimo haberla realizado.
 
A-brazos.

(escrito por Ramón)


nº fotos/pág.

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Aparcamiento del Restaurante, en la entrada al Cañón.


Aparcamiento del Restaurante, en la entrada al Cañón.


Aparcamiento del Restaurante, en la entrada al Cañón.


Aparcamiento del Restaurante, en la entrada al Cañón.


Aparcamiento del Restaurante, en la entrada al Cañón.


Aparcamiento del Restaurante, en la entrada al Cañón.


Aparcamiento del Restaurante, en la entrada al Cañón.


Aparcamiento del Restaurante, en la entrada al Cañón.


Aparcamiento del Restaurante, en la entrada al Cañón.


Aparcamiento del Restaurante, en la entrada al Cañón.


nº fotos/pág.