DATOS DE LA RUTA
HORA DE SALIDA: 08:42
HORA DE LLEGADA: 13:07
TIEMPO DE PEDALEO: 02:16
TIEMPO TOTAL EMPLEADO: 04:25
DISTANCIA RECORRIDA: 27.6 Kms.
TEMPERATURA MEDIA: 19.0 ºC ( mín.: 10.0 ºC máx.: 33.0 ºC ).
SENTIDO DE REALIZACIÓN: habitual
OBSERVACIONES: Caída de Javi Ignacio en la bajada de la Cebollera que no pudo seguir montando y donde todo el grupo bajó con él andando directamente hasta el Puerto de Somosierra. El diagnóstico fue de fractura de clavícula.
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ASISTENTES: (13)
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caídas en la ruta: (1)
pinchazos en la ruta: (1)
averías en la ruta: (0)
Tres Provincias o Un paseo por las nubes. (LIBRO de ruta)
La del Tres Provincias es una ruta de altura, de las que más alto subimos, con permiso de Bola y del Pico del Lobo y teniendo previsión buena, es ideal para pasar la mañana del domingo.
A priori, no es de las rutas que más me motivan, pero como la he hecho ya unas cuantas veces la iba visualizando de camino a Somosierra... una bajada por carretera para empezar a subir unos kilómetros hasta que nos reagrupamos en el Gamonoso y volvemos a poner ritmo camino al Collado del Mosquito, donde paramos para abordar las rampas más duras a la cima, total 18 km que hay que aguantar...
También visualizaba la bajada, o más bien el inicio de la bajada, que impone respeto con grandes pedrolos sueltos, en los que lo mejor es soltar un poco de freno para no perder inercia y tomar el riesgo de quedarte atrapado y tener caída. Alguna vez ya bajé algún tramo de estos andando, pero no la última en la que fui capaz de ciclarla por completo, aunque no sin algún susto al pasar y moverse alguna de esas piedras en bajada.
Y visualicé también a Juan cayendo delante de mi en uno de esos pasos complicados, dándose de plano sus costillas contra las piedras y también visualicé al “tio de la vara” Adolfo esperando escondido para darle un palazo a nuestro excelso Alcalde en la bajada de incorporación a la pista.
Todo esto iba mascando yo en el coche hasta que ya me encontré en carretera los coches del grupo, llegamos a Somosierra y empezamos a preparar bicis y complementos.
Nos damos cuenta que Goyo que es muy bien mandao, viene meao, cagao... y pinchao de casa, así que a esperar por el cambio de cámara. Bueno, no pasa nada...
Anda que cuando te acercas al Alcalde y le ves vestido para salir, pero en naúticos y discutiendo, te dices que aquí pasa algo. Pues unas risas, el Alcalde que se vuelve para su casa, que se ha dejado las zapatillas y que no hay forma de convencerle que haga la ruta en naúticos, jejeje, si es que el Alcalde cuando se pone serio y dice no, no hay quien le mueva. Hugo se la guarda, que ya le pasó a él lo mismo y el Alcalde le animó a hacer la ruta, “bah que es poca cosa” (ni más ni menos que la Acebeda) y palabras textuales acabó con un par de tatuajes en las plantas de los pies, menos mal que es de Bilbao... o casi.
Bueno, pues tras las risas y bromas al interfecto (y ojo, que no nos llegamos a sacar la foto de grupo) nos pusimos en marcha, cada cual reguardándose como puede del frio inicial en bajada hasta que empezamos a subir.
La subida fue tal cual la había visualizado, con los Javis y Rafa Garcia tirando del grupo, que va detrás a marcheta acojiendo a Goyo tras su parón veraniego, hasta que llegamos al Gamonoso y reagrupamos.
Próxima parada, el Collado del Mosquito. Aquí se suponía que había una bajadita intermedia que yo no había previsto y costó encontrarla, ya le iba diciendo a Manuel que más bien iba a ser un falso llano, pero resulto ser casi un par de kilómetros de suave bajada que le pudimos restar a los 18, lo cual se agradece. Ya en el Collado del Mosquito aprovechamos para hacer un pequeño avituallamiento mientras van llegando las unidades del grupo.
Es entonces cuando empieza la parte dura de la ruta, se llegan a ver rampas del 20%, ahora bien, el terreno no está tan descarnado como en otras ocasiones, lo que permite que todo el mundo pueda subir sin echar pie a tierra. Preciosas vistas y charleta amena sobre la botella, el inglés y el dopping en el ciclismo... conclusión: nada positivo, quizás que le tenían que haber dado algo a Goyo, al que han acompañado David Verdes y Adolfo y no le han pegado el tiro como reclamaba porque pensaban que le tocaba la crónica :-) y porque tampoco había ramas para tapar los despojos.
Ya está hecho, estamos arriba, ya todo bajada, fotito de grupo y al tajo, ojo con los pedrolos iniciales que son la leche. Metidos en faena, o yo llevaba mucho respeto o ese tramo inicial estaba más limpio y resultaba más sencillo que en otras ocasiones. Vamos bajando, Manuel a saco desapareciendo pronto y yo voy con Goyo a mi rueda y detrás de los Javis, conteniendo a la bici que se quiere ir con fuerza hacia abajo.
¡Bien! Tramo difícil completado.
La pendiente suaviza por lo que nos relajamos, damos más caña y al pronto veo a Javi Ignacio delante de mi, que se le escapa la bici, da un bandazo y sale volando por encima para caer de mala manera contra las piedras. Por un instante, me sucede un deja vu, pasa por mi cabeza la visión de la caída de Molón en la ruta de las Navas, con ciclista y bici en el camino que no pude librar... pero en este caso conseguí parar justo a tiempo, tan sólo para llegar a tocar su bici ya de parado.
Mal rollo, muy mal rollo.
- ¿estás bien? - No, no lo estoy, me he roto la clavícula... primer y certero diagnóstico.
Ya a partir de aquí, todo se torna en la preocupación de como hacer que Javi Ignacio se encuentre más cómodo a la vez que tenemos que ir bajando mientras pensamos en cómo o si llamar al helicóptero o ver si seríamos capaces de llegar con un todoterreno al lugar. Nos quedan 10 km de ruta, muchos para ir andando, pero nos ponemos en marcha, hay que aproximarse. De bajada nos encontramos con un grupo de montañeros, que resultaron ser médico más enfermeras y que se llevan todo un botiquín en sus marchas, así que le inmovilizaron el brazo con una venda, de forma que fuese más cómoda la bajada.
Finalmente, guiados telefónicamente por el Alcalde, que tiene en la cabeza todas y cada una de las rutas incluidas sus variantes, nos dirigimos a buscar la pista a la cascada del Duratón, bajada mucho más directa, no sin un tramo de monte a través en el que al disgregarse el grupo dió la oportunidad de mostrar las capacidades de orientación de cada cual. Resumen, unos 5 km de paseo por las nubes que se chupó Javi Ignacio hasta llegar a la carretera en la que nos esperaba la ambulancia pedida. Aquí nos tocó esperar a los “torpes” (sin acritud :-) ) que se dedicaron a dar bandazos monte a través hasta encontrar el destino.
Ya una vez que dejamos a nuestro herido en buenas manos y de camino al hospital, llegamos a los coches y terminamos la ruta del mejor modo posible, con una empanada gallega que el bueno de David Verdes había traído de sus vacaciones. Muchas gracias, David, todo un detalle, lástima que Javi Ignacio y el Alcalde se la tuviesen que perder.
Y esto es todo, un abrazo Javi Ignacio, amigo, te deseamos que todo salga bien y tengas la más pronta recuperación.
(by Javi Iglesias)
(escrito por Javi Iglesias)
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