De Braojos a los puertos de Linera y Peña Quemada por las Horizontales Madrileña y Segoviana y bajada por la Dehesa Boyal. 29-09-2013

De Braojos a los puertos de Linera y Peña Quemada por las Horizontales Madrileña y Segoviana y bajada por la Dehesa Boyal. 29-09-2013

DATOS DE LA RUTA


HORA DE SALIDA: 08:35
HORA DE LLEGADA: 13:20
TIEMPO DE PEDALEO: 03:46
TIEMPO TOTAL EMPLEADO: 04:45
DISTANCIA RECORRIDA: 40.6 Kms.
TEMPERATURA MEDIA: 9.0 ºC ( mín.: 7.0 ºC máx.: 20.0 ºC ).
SENTIDO DE REALIZACIÓN: habitual

OBSERVACIONES: Pinchzo de Víctor en la subida a Peña Quemada.

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ASISTENTES: (10)

 

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Víctor

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PRÓLOGO

Una vez más me toca escribir la crónica de una ruta de mi "cosecha". Quizás alguno pensáis que todas las rutas que se planifican en el grupo las he diseñado yo. No es cierto, no tengo tanto mérito, ni tanta inventiva.

Algunos recordaréis cómo empezó todo esto de salir de nuestra urbanización, Club de Campo, hasta entonces punto de origen de nuestras rutas, para irnos a realizar rutas que requieren empaquetar la bicicleta en el coche y conducir hasta el punto de origen. Me regalaron un libro que se titula "Rutas fáciles de MTB por la Comunidad de Madrid". De este libro copié muchas de las rutas descritas en él y os animé, a los que érais por aquel entonces, a realizarlas. Como os decía, estas rutas no son de mi invención. Es verdad que las hemos mejorado, introduciendo variantes que hacen que, algunas de ellas, no se parezcan ya a las originales del libro pero, repito, no son mías.

Luego, hay otras rutas que alguno de vosotros me habéis enviado para que las planificara con el grupo. Quiero agradecer desde estas líneas estas aportaciones y pido disculpas por haber modificado su trazado, en algunos casos, cosa que siempre he hecho con la intención de mejorarlas o adaptarlas a las características de nuestro grupo. Éstas, por supuesto, tampoco son mías.

También tenemos rutas que salen de una idea de alguien que me dice: "podríamos hacer una ruta por esta zona o por este o aquel lugar". En estos casos me permito más libertades y, aunque busco rutas en libros, por internet, etc., intento elegir el mejor trazado de todos. Esto, casi siempre, significa extraer distintos tramos de la información recogida, junto con tramos marcados con el ratón del ordenador, sobre el plano y/o las orto-fotos. Después hay que pegarlos entre sí para construir una "ruta-frankestein" que tenga unas características determinadas de kilometraje, desnivel acumulado, trazado variado, etc. Estas rutas sí que se pueden considerar de mi "cosecha". Son con estas rutas con las que, sintiéndome responsable como si de un hijo se tratara, me siento intranquilo hasta recorrerlas completamente y descubrir "in situ" lo que, con el trabajo de ordenador, no se puede ver. A veces sale peor de lo esperado y os meto en un callejón sin salida que sufrís estoicamente y siempre con buen humor, lo cual os agradezco y os pido disculpas por haberos hecho pasar por ello. Lamentablemente no siempre puedo investigar sobre el terreno los tramos dudosos, lo siento. Pero otras veces sale bien, incluso mejor de lo esperado.

La idea inicial de la ruta de Braojos surgió de realizar uno de los tramos de la Pista Horizontal para evitar que ésta fuera una ruta lineal. Había que diseñar, entonces, una ruta circular desde Peña Quemada en dirección al Puerto de Navafría y el lugar de origen más cercano es Braojos. A partir de aquí, ya os lo he contado, investigar, cortar, pegar, mapas, orto-fotos, etc.

LA RUTA PERFECTA

La ruta de Braojos, para mí y aunque esté feo decirlo, me pareció una de las mejores rutas que he recorrido, si no la mejor, por varios motivos. Es completa, tiene senderos, subidas duras, bajadas no muy técnicas, tramos de pista, es toda ciclable (excepto un pequeño tramo) y, sobre todo, tiene bellos parajes. No voy a ocultar que me siento eufórico después de comprobar, sobre el terreno, que todo el trabajo de investigación y "corta y pega" (tuve que elegir y enlazar 14 tramos de múltiples tracks), ha merecido la pena. Cuando vamos a realizar este tipo de rutas (de mi "cosecha") tengo esa sensación que se tiene cuando organizas un evento importante con tu familia y/o amigos (un cumpleaños importante, la comunión de tu hijo, tu propia boda,...) que quieres que salga perfecto. Antes de tal evento te sientes ilusionado y a la vez preocupado porque no quieres que nada falle. Así me sentía yo los momentos previos a esta ruta, por ello ahora, cuando todo ha salido bien, me siento satisfecho, no lo voy a negar. Si bien, han faltado muchos de los "invitados" al evento, pero he de ser respetuoso con la vida de los demás, aunque he de decir a éstos ¡no sabéis lo que os habéis perdido!.

A continuación permitidme que describa los tramos que, a mi entender, son los mejores de esta ruta:

  1. La subida desde el Arroyo de la Trucha (Braojos) hasta la Pista Horizontal es muy dura, con tramos entre el 12% y el 20%, sin descanso y con una longitud de casi 3 Kilómetros. Estos desniveles nos harían poner pie a tierra si el terreno no fuera una auténtica moqueta verde, con una tracción perfecta para nuestras monturas. Por si esto no fuera poco, toda esta pista, convertida en sendero, discurre por un túnel interminable de pinos y helechos haciendo las delicias de nuestros asombrados ojos. Para mí, la subida perfecta.
  2. La bajada desde Peña Quemada hacia la pista de Braojos, otra pista abandonada convertida en sendero, es aún más bella que la anterior. Este tipo de senderos, en algún tramo bastante cerrado por la vegetación, gustan a todo el mundo, al no haber tramos excesivamente complicados, también a los "descenders", estoy seguro. Aunque termina en un pequeñísimo tramo no ciclable, es para disfrutarlo. Gran descubrimiento.
  3. La bajada final a Braojos desde el Cerro de la Porrilla, pasando por la Dehesa Boyal de dicho pueblo, tiene de todo. Una bajada por un pequeño cortafuegos, desde el que hay unas vistas impresionantes. Un corto sendero, con mucha pendiente (aquí reconozco que desmonté unos metros al inicio), que hubiera hecho la gozada de los charlies, juanjos, etc. Un sendero algo pedregoso, algo más técnico, para ir atentos, pero asequible para todo el mundo. Y, por último, el tramo de pistas que se adentra en el robledal y que constituye la Dehesa Boyal de Braojos, tramo más fácil que los anteriores no exento de belleza. El final ideal.

Aparte de estos tramos, la ruta tiene, además, tramos por pistas en mejor o peor estado, como el tramos por la Pista Horizontal entre los puertos de Peña Quemada y Linera; tramos de bajada por pista pedregosa; tramos de dura subida por pista, etc. En definitiva, una ruta completa, no exenta de dureza. Para mí, la ruta perfecta.

DESARROLLO DE LA RUTA

Llegamos al lugar de comienzo de la ruta en Braojos, una gran plaza junto al pequeño ayuntamiento. Hasta esto salió bien, el sitio es perfecto. No sabemos qué ponernos, ropa de invierno, ropa de verano... Algunos decidimos, pantalón de verano y maillot de invierno ("ni pa'tí ni pa'mí") dejando el maillot de verano en el coche.

Desde el principio, por una pista con el asfalto roto, J. Sánchez, que ha encontrado al sustituto de J. Ignacio en Rafa García, se ponen a subir como descosidos. ¿Peno no saben lo que les espera? Definitivamente tengo que entrenar para ir con este "monstruo" de grupo que se ha creado. Empiezo a tener tanto calor que decido quitarme el maillot y quedarme casi en pelotas, con sólo la camiseta de compresión que llevo debajo.

Llegamos al desvío de la pista para coger el primer sendero de subida. Al verme aparecer de esta guisa, el "descojone" se hace general, en forma de piropos hacia mis pechos y no sé qué más. ¡Si es que ya no se respeta ni a los ancianos!. La subida es, como ya he dicho, muy dura y espectacular. Cada uno sube a su ritmo. A punto de coronar nos metemos en la niebla y empiezan a caer unas débiles gotas de lluvia. Me vuelvo a poner el maillot de invierno. Hoy parezco una barbie cualquiera.

Vamos llegando al final de la subida, con toda el alma puesto en conseguir terminar sin desmontarnos. Los graciosos, que ya estaban arriba, se dedican a "tocar los cojones" a los que estamos al límite de nuestras fuerzas. Nos ponen la bicicleta atravesada o cubren el camino de palos para que no podamos pasar. Yo monto en cólera con uno de los graciosillos, le insulto, le grito, le hubiera matado en ese momento. Tengo que hacérmelo mirar pero, por favor, perdonadme estas salidas de tono, aunque ya me conocéis. A otro le tiran una boñiga seca que está a punto de impactar de pleno en su cara, ¡joder, tirad al cuerpo! No hacemos una foto de grupo aunque la niebla no nos deja ver las vistas que se intuyen desde estas rocas. Empiezan los juegos, ya habituales, de meter piedras en las mochilas ajenas.

Tomamos un tramo por nuestra conocida Pista Horizontal, donde una vez más nos encontramos con varios obstáculos. Primero varios majestuosos ejemplares de ganado bovino con unos cuernos... y después con la pista cortada de lado a lado con palos y troncos (este domingo estaban algunos especialmente graciosos).

Llegamos al Puerto de Linera. Aquí el tiempo se ha puesto algo molesto. La llovizna provocada por la niebla es algo más intensa y hay ráfagas de viento fuerte. Decidimos comernos el plátano (no seáis mal pensados) al resguardo del aire. Nueva sesión de "te meto la piedra en la mochila" esta vez añadiendo cáscaras de plátano.

Tras el avituallamiento asomamos la cabeza a la parte segoviana del puerto. Aquí sí que hace frío de verdad, ¡vámonos para abajo! Después de un par de curvas, algo peligrosas, por la pista de bajada ya no hace frío. Tomamos la Pista Horizontal Segoviana donde nos cruzamos con más vacas y con varios vehículos todo-terreno llenos de cazadores que se iban diseminando a los bordes de la pista con sus escopetas y que nos miraban con cara de pocos amigos, a ver si estaban cazando ciclistas...

Tras un largo tramo de pista, llana y luego descendente, tenemos que afrontar la segunda subida dura de la jornada, el Puerto de Peña Quemada. Las máquinas han removido las pistas y nuestras ruedas se hunden en el barro. La subida se hace dura. J. Sánchez se va el primero para arriba, seguido de Emilio, después J. Iglesias, a continuación voy yo mismo que "no entiendo a estos romanos", prefiero reservarme para el final de la subida. Me duelen las piernas pero comienzo mi progresión (todavía no estoy acabado, pienso) y paso a J. Iglesias. Tengo a Emilio a tiro de piedra, le doy caza seguro. Pues no va a ser hoy, noto que he pinchado la rueda trasera. Me para y la hincho, con la ayuda inestimable de Javi Iglesias a quien hubiera matado un rato antes.

Coronamos el puerto. Tengo que cambiar la cámara, esto no va a aguantar. Me pongo manos a la obra. Aquí, como siempre, unos ayudando, otros opinando pero sin ayudar, otros metiendo cizaña, -¡déjale que la cambie él solo a ver cuánto tiempo tarda!-, otros haciendo gestos obscenos a los que están currando, otros jugando con las mochilas de los demás.... En fin, lo habitual. Me tengo que quitar la mochila. Descubro que tengo una piedra, un palo y una cáscara de plátano adheridos a ella. ¡Qué cansinos!

Reparada la avería nos ponemos en marcha por un pequeño tramo en subida, de nuevo por la Pista Horizontal, para desviarnos enseguida por un sendero muy divertido, con vestigios de una antigua pista y algo cerrado en algunos puntos. A pocos metros de desembocar en la pista forestal el sendero está cortado por la vegetación. Cada uno baja como quiere y por donde quiere. Este es el único punto no ciclable de la ruta.

Ahora debemos subir un par de kilómetros escasos por la pista y nos duelen las piernas. Ya llevamos bastantes subidas. Nos dirigimos al Cerro de la Porrilla, sin llegar a alcanzarlo. Aquí algunos sacan recuerdos de cierta ruta, un 13 de Septiembre de hace 3 años, donde ha sido la única vez que una broma pueril ha enfadado tanto a alguien que no ha vuelto a venir. Hoy todavía nadie entiende el porqué de un comportamiento tan insólito. La broma: esconder la bicicleta; el culpable: no lo sé y no me preocupa; la víctima: ya lo sabéis casi todos, -¡a mí que me toquen lo que sea menos mi bicicleta!- ¡coño!, de haberlo sabido antes....

Las vistas son espectaculares. Nos hacemos una foto de grupo. Ya sólo queda bajar. Emilio me dice un piropo a su manera: -"no va a haber quien te tosa con la ruta ésta a no ser que ahora nos metamos en un estercolero"- Eso es que le está gustando la ruta.

Bajamos, primero un pequeño tramo de cortafuegos, luego tomamos un sederito y comenzamos a rodear la dehesa de Braojos. Y ¡zas! no me preguntéis cómo lo supo pero pasamos por el estercolero predicho por Emilio, era un campo de minas de estiércol de ganado vacuno. Éste, no obstante, no era el tipo de estercolero a que se refería nuestro amigo de Viveiro.

Poco más adelante nos adentramos, pasando una puerta, en la Dehesa Boyal de Braojos, un bonito robledal con buenas pistas que nos llevó de vuelta a Braojos en pocos minutos.

Una vez en la plaza del pueblo, algunos, los que tienen prisa, se despiden y el resto nos fuimos a celebrar al bar la espectacular ruta con cervezas, patatas bravas y oreja (me gustaría saber si la oreja tiene más o menos grasa que el chorizo frito para poder defenderme de algunas acusaciones que me ha hecho precisamente el que pidió la oreja, él sabe quién es )

Esta vez me he pasado de rollo, pero es que me pongo y me pongo...Espero que tengáis la suficiente paciencia para leerlo todo.

Un abrazo a todos y muchas gracias por todo vuestro afecto que me demostráis día a día. Es muy gratificante diseñar rutas para vosotros, mis amigos.

¡Por las cosas de montar!

(escrito por Víctor)


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Comienzo de ruta en Braojos.


Modelo de bici que se aconseja para hacer esta ruta.


Comienzo de ruta en Braojos.


Comienzo de ruta en Braojos.


Comienzo de ruta en Braojos.



Comienzo de ruta en Braojos.


Comienzo de ruta en Braojos.


Comienzo de ruta en Braojos.


Comienzo de ruta en Braojos.


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