Vuelta por la Dehesa de Lozoyuela y subida a Peña Negra (Mondalindo) 06-10-2013
DATOS DE LA RUTA
OBSERVACIONES: Rotura del desviador del cambio de la bici de Carlos Terán que tuvo que bajar desde la propia cima de Peña Negra (Regajo) a pinón fijo. Debido a esta incidencia y al retraso acumulado, decidimos realizar la bajada por la pista de subida, evitando el desvio a la pista previsto en el track. ⇒Ver descripción de la ruta realizada | ASISTENTES: (19)
caídas en la ruta: (0) pinchazos en la ruta: (0) averías en la ruta: (3) | ||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||
Una mañana de domingo "perfecta"
A la tercera vá la vencida, después de escaparme dos veces seguidas de hacer la crónica en esta ocasión no ha podido ser, así que nada, a cumplir con la obligación. 6 de octubre, buen tiempo, 19 ciclistas en Lozoyuela, hora de inicio poco habitual (9:00 am, los que venían de Las Navas tenían más de una hora de coche, y yo también gracias a la furgoneta de mi hermano, que cuando la carretera se pone cuesta arriba le pasa lo que a mí, que necesita un desarrollo más corto). En teoría se trataba de la visita al Club de Campo por parte de los Naveros, aunque esta fué casi testimonial, dos representantes (eso sí, mandaron a los mejores, ¡cómo suben los jodíos!); en cualquier caso gracias a Maxi y a Pablo por venir. Salimos con algo de retraso desde Lozoyuela, retraso que se vé aumentado por un pequeño error al inicio al irnos por donde teníamos que volver; nada que no tenga solución, desandar el camino realizado (un par de Km. como mucho) y a seguir el track marcado. Tras un inicio más o menos tranquilo comienza la ascensión, una ascensión larga con algún tramo de descanso al principio, pero con partes realmente duras, tanto por la pendiente como por el terreno, roto y pedregoso en algunas partes, especialmente los dos tramos de cortafuegos del final, que, si no estoy mal informado, nadie consiguió subirlos montado, aunque algunos lo intentaron y les faltó poco para conseguirlo. Al menos había bastantes zonas de sombra. Después, todavía quedaba otro empujón hasta llegar a la cumbre, desde donde las vistas eran sencillamente espectaculares, el valle de el Lozoya a la izquierda, en frente la Cabrera, y detrás el embalse de el Atazar, y más allá lo que le alcanze la vista a cada uno. Pero la exigencia de estas subidas tiene un precio para la mecánica de nuestras bicis, la patilla del cambio de mi hermano Carlos se rompe un poco antes de llegar al final de la ascensión; no pasa nada, con ayuda de los especialistas en mecánica de el grupo, más los que nos acercamos por allí a tocar los hue... se consigue solucionar el problema de momento, aunque lo que resta de ruta lo tendrá que hacer sin poder cambiar de marcha. Menos mal que lo que quedaba era todo bajada, ya que se decidío suprimir un pequeño tramo por motivos de horario. Foto de grupo y todos para abajo, primero andando campo através por una ladera hasta llegar a la pista y luego a toda pastilla sobre nuestras bicis. Tras algún problemilla con el amortiguador de la bici de mi hermano (¡que afán de protagonismo!) y la rotura del cable del cambio de la bici de Flu llegamos a los coches alrededor de las dos de la tarde. Algunos para casa y otros, después de camuflar un poco los aromas propios tras una ruta intensa nos fuimos para el Bakartxo (aquí tienen ventaja los residentes en la urbanización, todos recién duchaditos), donde nos tomamos un cocidito, brindamos por las cosas de montar, nos echamos unas buenas risas con los chistes habituales y además recibimos la visita de Javi Ignacio que sigue con su recuperación (¡mucho ánimo! majete). En definitiva una mañana (bueno y parte de la tarde) perfecta, tanto por el recorrido realizado como por la temperatura, pero sobre todo por la compañía. Un saludo. Jesús Terán.
Un pequeño añadido como dedicatoria a los aberronchados de Las Navas: la verdad es que no lo entiendo. Cómo es posible que en un grupo en el que nos juntamos casi todos los fines de semana en torno a 20 ciclistas apenas seamos dos para hacer algo un poco fuera de lo normal. Vale, cada uno tiene sus historias, sus problemas y sus preferencias, pero coño, que visitamos a los compañeros de Madrid una vez al año, y es para hacer una ruta que casi siempre merece la pena, nos tomamos algo con ellos y ya está. Las excusas son de lo más variado, desde no querer madrugar hasta que la comida es cara, pero creo que no es suficiente, hay una persona que se lo curra un huevo, sacrificando un montón de tiempo personal para compensar el madrugar, el viaje y el gasto de unos pocos euros. A mí tampoco me apetecía madrugar, ni tener que poner la baca en el coche y chuparme una hora de carretera hasta Club de Campo más el recorrido adicional hasta Lozoyuela. Pero la ruta me hizo olvidarme por completo de todo ésto, disfruté como un enano intentando domar el recorrido propuesto y con las impresionantes vistas al final de la subida. Llegas a casa tarde, cansado y hay que recoger todo lo preparado antes, pero al final has pasado un día de bici divertido, diferente, fuera de la rutina de hacer más o menos siempre los mismos recorridos, por los mismos sitios... A mí me compensa, a vosotros ... ¡¡sóis unos raja'os!! (añadido por Pablo)
(escrito por Jesús Terán) |
Comienzo de ruta en Lozoyuela.
Comienzo de ruta en Lozoyuela.
Comienzo de ruta en Lozoyuela.
Empezamos pronto con las auto-fotos.
Comienzo de ruta en Lozoyuela.
Comienzo de ruta en Lozoyuela.
Comienzo de ruta en Lozoyuela.
Comienzo de ruta en Lozoyuela.
Comienzo de ruta en Lozoyuela.
Comienzo de ruta en Lozoyuela.