Amanece un dia esplendido de bicicleta y…….antes de continuar con lo acontecido en esta joranda, abriré un preámbulo para hacer algunos comentarios con respecto a la crónica de nuestro buen amigo y colega de bici Goyo, que como bien dice, llegados a ciertas edades el despertador deja de tener su cometido de despertar, y como Goyo, antes de que suene, ya lo estoy desactivando para que no despierte a la parienta y pida guerra, bueno esto último me lo he inventado.
En mi caso habría que añadir el efecto del jet lag
(El jet lag, también conocido como descompensación horaria, disritmia circadiana o síndrome de los husos horarios, es un desequilibrio producido entre el reloj interno de una persona y el nuevo horario que se establece al viajar en avión a largas distancias, a través de varias regiones horarias.)
producido por la vuelta de las vacaciones, que me ha tenido sin montar en bici durante un mes. Y llegados a este punto por qué no contaros mis vacaciones en un maravilloso país….tranquilos, no voy a ser cruel y me ceñiré a relatar lo que fue nuestro “maravilloso” dia de bici.
Como decía al comienzo, la mañana despertaba soleada, en un día de otoño bondadoso, que nos traía una buena temperatura, ni frio ni calor, entre los 7 y 17 aproximadamente, grado arriba grado abajo, que tampoco nos vamos a romper las vestiduras si no es exacto.
En Montejo de la sierra nos juntamos un grupito de buenos amigos, la ruta se presenta larga, por delante tenemos unos 45 km. Por unas causas o por otras, no se ha ha realizado completa en las anteriores convocatorias, lo que da pie a la broma fácil de ¿y si acortamos la ruta?
Ya estamos dispuestos para la salida, pero vaya, tenemos el primer percance del día, unos de nuestros compañeros se olvidó del bidón de agua, y como no podía ser de otra manera todos nos ponemos a buscar uno de repuesto, !que gran grupo!, problema solventado.
Iniciamos camino y pasamos a saludar a nuestro gran colega, ¿se acordara de nosotros?, ya lo creo, cuando nos ve, salta como un loco al otro lado de la verja. Unos lametones y seguimos camino.
A los poco metros, Tripis decide que no podía dejar pasar la oportunidad de hacer la ruta, y se une a nosotros
Claramente desde el primer momento Tripis siente una especial predilección por Josef, al que agasaja continuamente con tiernos mordisquitos en los pies. Sin embargo, Josef que no lo entienden así, le llama la atención a Tripis repetidas veces, lo interpreta como que quiere más juego e insiste en permanecer a su lado
Seguimos nuestra subida hacia el Collado del Mosquito (1840 m.).
Al llegar arriba, ingenuo de mi, me preocupo por la salud de nuestro amigo Tripis y la bajada que viene ahora, que le puede dejar reventado. Mira por donde, baja más deprisa que yo, se hace la ruta completa, y yo tengo que abandonar por calambres en las piernas.
!!!Tripis ERES UN CRACK!!!.
Como os decía, en la subida hacia el puerto Somosierra los calambres, que pensaba remitirían, se hacen más intensos y me obligan recortar la ruta que se queda en 38km. Quiero agradecer a Goyo, por privarse del resto de la ruta y volver conmigo al coche. Que mala cara me vería. !Gracias Goyo!
Por lo que me contaron los que sí terminaron la ruta, no hubo incidencias. Tripis, disfruto de un tente en pie, y se metió para el cuerpo una buena ración de albóndigas en Somosierra, que le dieron fuerzas para el tramo final.
Resumiendo una ruta de mucha altura, por los metros, por la belleza y por la buena compañía.
Y por favor no dejéis de hacer vuestros comentarios, críticas, que siempre serán recibidos de buen ánimo.
caídas en la ruta: (0)
pinchazos en la ruta: (0)
averías en la ruta: (0)
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