DATOS DE LA RUTA
HORA DE SALIDA: 08:56
HORA DE LLEGADA: 13:46
TIEMPO DE PEDALEO: 04:09
TIEMPO TOTAL EMPLEADO: 04:50
DISTANCIA RECORRIDA: 50.2 Kms.
TEMPERATURA MEDIA: 4.0 ºC ( mín.: 3.0 ºC máx.: 6.0 ºC ).
SENTIDO DE REALIZACIÓN: habitual
OBSERVACIONES: Extraordinarios paisajes. La lluvia perdonó, aunque no hicieron lo propio el barro y el frío. Ruta de dificultad alta, pese a que ponía otra cosa su descripción. Problemas en la montura de Marcos, concretamente en su pedal izquierdo, hasta que se ostió. Pinchazo de David M. cuando ya se atisbaba de nuevo Buitrago, resolviéndose el entuerto con un par de hinchaditas.
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ASISTENTES: (11)
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caídas en la ruta: (1)
pinchazos en la ruta: (1)
averías en la ruta: (1)
LA RUTA DE 500m DE DESNIVEL
Otros domingos veo bicis montadas en los coches, pero este no. Las primeras que me cruzo son las de Víctor y Adolfo (gracias por llamar, siempre estás en todo). En Buitrago del Lozoya veo ocho más. Once somos los descabellados (no lo digo por Flu) que nos aventuramos en una ruta que PARECE fácil a pesar de ser de unos 50km.
Salimos de Buitrago para adentrarnos en pistas y senderos. Pedaleando por sendas de El Cuadrón Víctor nos anuncia nuestro primer objetivo. Como la mayoría de las veces tenemos que alzar la vista para encontrarlo, son las antenas del cerro de Cinco Villas. Según nos acercamos ellas van desapareciendo de nuestra vista.
Llegamos a la base del cerro donde hablando de níscalos y otras setas subimos poco a poco hasta que… Menudo monumento! “Estilo industrial del s. XXI” dice un biker gallego, cuya identidad no quiero desvelar, mientras da las últimas pedaladas hasta llegar a las antenas.
Distancia recorrida 12km
Tiempo de pedaleo 1h 20min
Desnivel acumulado 400m
El GPS de Flu
Tras la foto de rigor en el vértice geodésico deshacemos lo recién subido para llegar de nuevo al camino del que provenimos pero esta vez en dirección al pueblo de Cinco Villas.
Este frío no da tregua. Estoy incómoda, tensa.
Cala izquierda de Marcos
Después de coger la M-135 y de haber cruzado el pueblo al que nos dirigíamos llegamos a Manjirón, población que me resulta atractiva por su arquitectura y que además tiene un “museo de la piedra”, pero vamos un poco justos de tiempo, no podemos parar. Nuestro próximo destino es la Presa del Villar a la cual llegamos a través de la senda del Genaro. El tal Genaro ese debía ser un gran tipo ya que la senda que lleva su nombre era bonita y divertida, de esas que, como dijo el Alcalde, gustan a Charlie y a Juanjo, sobre todo el último paso, que era bastante técnico.
Vamos a dar el resto.
Testículos de Manuel y Juan.
Pero que Juan Y Manuel resolvieron con un alarde de habilidades endureras haciendo que pareciese fácil.
Ya estamos en la Presa, mi favorita. Un cañón de roca, duro, frío, conectado por el puente, que lleva el mismo nombre que la presa haciendo referencia al pueblo que antes estaba allí. Se enfrentan la dureza y grandiosidad de la garganta frente y la tranquilidad que me inspira una roca erosionada bordeada por agua, impasible, estoica. Queda todavía un gran tramo de ruta, debemos continuar.
Y lo hacíamos por la pista de circunvalación del embalse del Villar. El barro y el frío hacen que sea más dura de lo que PARECÍA en un principio. Bordeamos el embalse en dirección a Paredes de Buitrago.
Si no nos contaminasen con el humo del vicio trabajaríamos mejor. La culpa es tuya.
Pulmones de David
Cada kilómetro que pasa es más duro. Un tramo divertido me hace olvidar el sufrimiento para intentar seguir a Javi y no entorpecer a Flu, intuyo que está disfrutando de este “fuera pista” que termina en el pueblo.
Distancia recorrida: 37km
Tiempo pedaleando: 3h 30min
Desnivel acumulado: 650m
Gps de Manuel
Dejamos atrás Paredes de Buitrago para dirigirnos a la Presa de Puentes Viejas. Una vez allí hacemos unas pocas fotos y nos lanzamos a la última parte de la ruta, la pista que bordea el embalse para terminar en Buitrago. Ya no pesan los kilómetros, pesan los metros. Parece que no soy el único que va “tocao” pero si soy el que peor va. Esté último tramo me resultó un auténtico rompepiernas, apenas podía disfrutar de los paisajes, aunque, como siempre, contaba con los ánimos de mis compañeros.
No hay suficiente espacio aquí.
Corazón de David Verdes
Cuando ya quedan pocos kilómetros pincho la rueda trasera. Me avisa Flu, que con la ayuda de David la hinchan en un periquete. Esta operación la estuvieron repitiendo hasta el final de la ruta. Supongo que ya queda poco y que la mayoría estarán en los coches, pero no es así. Flu y David me acompañan todo el camino. Jesús vigila que todo vaya bien. El resto nos canta a gritos por dónde sigue el camino. Marcos espera en un cruce. Esto es un equipo.
Contracción, relajación, contracción, relajación, contracción, contracción, contracción, relajación.
Cuadriceps de David.
Ya pisamos asfalto y doy el último empujón para llegar al coche.
Distancia recorrida: 50km
Tiempo empleado: 4h 30min
Desnivel acumulado: 1083m
Gps de Víctor
Los que pudimos celebramos la dureza de la ruta con unas cervezas.
La fémina del este también fuen un efecto "PARECÍA".
Cómo siempre un placer, al igual que poder plasmar mi subjetividad en estas lineas.
¡Por las cosas de montar!
(escrito por David Martínez)
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