6;45 de la mañana. Suena el despertador. Ya estaba despierto. Apenas dormí 4 horas. Soy consciente que es domingo. Me levanto rápidamente. Hoy toca montar a mi novia. Complices miradas de mi perro mientras desayuno.
7;55 de la mañana. En el punto de encuentro, yo solo. Josef llega el primero. Nos comenta el secreto milagroso de La Moringa, con sus propiedades vitamínicas que a él le hacen permanecer en forma. Adivinar quién llega el último.
En honor al sr. Verdes y otros muchos de ellos, responsables de que me vea en esta situación de cronista dominical ¡Espero tengan buena excusa para este aberronchamiento! Con todo y con eso, siempre en las ausencias, se echa de menos a todos, a los habituales, a los maribikers, y a los esporádicos.
Llegada a La Berzosa. Obras en el aparcamiento, hay que rebuscar por los alrededores. Somos muchos ¡Victor esto se nos vá de las manos! Creo que veintiséis con el sr. Orgaz.
Sonriente mi novia. Nervioso yo. Ruta exigente y excitante. Alejandro se quita años, con su nueva compañera.
Sendero de El Robledillo, todo subida, esto se empina cada vez más, comienza mi excitación, ¡Uff, que rápido me pongo! intento relajarme, quisiera llegar al final, sin sacarla del surco.
Ahora un barranco. Del cura, se llama. El nombre acojona. Todas quisieran bajarselas hasta abajo. Algunos son tímidos y no se atreven. Prefieren pasearlas de la mano. Que húmedas están. Las piedras. Las jaras. La hierba.
¡Gatillazo! El joven David es sorprendido con la contracción en los bajos de su prima. Acudo a socorrerle. Juntos la metemos mano. Está muy tensa. Hay que sacarla primero. La sacas tu o la saco yo. Dá igual ya está casi adentro. Arreglada.
En El Cancho de los cruces, me quedo sin memoria, la tengo llena. El Arroyo de la Trofa baja crecido. El apuesto sr. Terán II ofrece su mano a mi negrita para cruzarla. Estoy celoso. No quiero que lo note. Tengo que demostrar quien soy. Ya, ya una subida. Se me empina. Me contengo. No quiero cagarla. La aguanto. Ella quiere más. Sin problemas, la tija la llevo a tope...
Cordel del Arroyo de la Tenada. Hay que almorzar. Angel envia un fax. Todos se van. A solas con el Alcalde, borrando al "Mordor" de la memoria.
Seguimos ascendiendo El Cerro Camorrillo, parte técnica divertida, hasta El Carrascal.
Llegada al Monte Ejido, el viento sopla fuerte entre los senderos. Este tramo aún más divertido. Y así hasta Colada de las Cañadas. Piedras, piedras y más piedras. Solo tengo ojitos para una. En la gorda delantera de mi negrita. Mi adrenalina por las nubes. Bajo acojonaooo, ahora la llevo pequeña, yo diría más bien pequeñita "la tija". La moza del sr. Iglesias le descavalga por cuernos. El vasco, es animal de tropezar hasta cuatro veces en la misma piedra.
Aparece uno pidiendo paso. Es Juan que viene dopao de Moringa. Le ponen las gordas. Las sube, las baja, las vuelve a subir y... ostión. Mientras Emilio sufre en silencio y vuelve a sufrir con la mestruación de su sta. Conor.
Pero hay más vicio "las gordas están de moda". Otros cuantos como David, Fabio, Juanjo y Alberto también las prueban, y alguno incluso repite. La más gorda fué conquistada por Charly.
Descenso por sendereo, tan rápido que en un pis-pas ya en los coches, y la foto del grupo completo sin hacer.
Uno que si se ha quedado sin frenos, otro que si ha venido en taxi y tiene prisa, otros que quieren probar la cerveza de Hoyo de Manzanares... Total que el grupo continua con 8 menos, y ahora seremos 17 para realizar la parte más divertida del Bucle final.
Ahora la emoción se convierte en pura adrenalina. Bajadas de muerte. Revirajes derrapantes. Toboganes. Subida hasta El Cerro Mirete. Y lo mejor aún queda por llegar: El último sendero de El Gollizo "sensacional"
Una vez más gracias a los organizadores de la ruta y a todos lo que trabajan para que LOS DOMINGOS SEAN UNA DE LAS RAZONES DE MI VIDA. (escrito por Adolfo) |