DATOS DE LA RUTA
HORA DE SALIDA: 08:28
HORA DE LLEGADA: 13:04
TIEMPO DE PEDALEO: 03:43
TIEMPO TOTAL EMPLEADO: 04:36
DISTANCIA RECORRIDA: 30.6 Kms.
TEMPERATURA MEDIA: 11.5 ºC ( mín.: 6.0 ºC máx.: 24.0 ºC ).
SENTIDO DE REALIZACIÓN: habitual
OBSERVACIONES: Doble caída de José Antonio en el sendero Whistler, sin graves consecuencias (se cayó 5 veces, pero vamos a ser buenos).
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caídas en la ruta: (2)
pinchazos en la ruta: (0)
averías en la ruta: (0)
Amanece el 26 de junio en Las Navas; aparentemente estamos en verano, así que debería ponerme ropa de verano, todo de corto y a correr… pero las nubecillas que se ven en el horizonte y el viento del noroeste aconsejan pensarlo bien: 13ºC no es mucho a estas alturas del año, y vamos a subir a la Bola del Mundo, donde seguro que tampoco hará mucho calor…
Opción intermedia y una camiseta de invierno y un chubasquero fino a la mochila por si acaso.
Salgo para el punto de encuentro, donde me junto con los otros dos integrantes de la comitiva representante de los naveros en la ruta conjunta de hoy. Qué tiempos aquellos cuando rivalizábamos a ver quién éramos más en las rutas, si los de Madrid o los de Las Navas; ahora se ha reducido a ver si habrá representación por nuestra parte o no, porque los señores Eskaladores están demasiado ocupados en no se sabe qué, pero el caso es que nadie puede venir.
Entendemos que todos tenemos nuestros compromisos, nuestras familias y nuestros trabajos, que en alguna ocasión aunque queramos no podamos asistir a una ruta conjunta (programada por cierto con bastante antelación). Pero que con todos los que somos, que no podamos ir más que tres, a mí me da que hay poco espíritu o mucho miedo a la ruta de hoy, o … no sé, no viene ningún Eskalador, ni Matacabrones, sólo tres Fuera Pistas…
Por tocar un poquito más los huevos, una comparativa interesante: a la visita a Club de Campo, fuimos dos de Las Navas. A la visita a Las Navas vinieron 14 integrantes de Club de Campo, ¿sólo por el chuletón? Puede ser…
Bueno, que nos ponemos en camino a La Barranca, y allí nos encontramos con el resto del pelotón, que nos preguntan lo de siempre: “¿dónde está el resto? Ah, que no vienen más”.
Las nubes siguen ahí, y sopla el vientecito, pero confiamos que vaya entrando la mañana y el sol de verano haga su trabajo…arrancamos en subida y calentamos motores para subir por la senda Ortiz, tan entretenida como siempre, con sus escaloncitos, sus raíces... Adelantamos a Víctor y nos dedica una frase cariñosa de la suyas, ja, ja.
Acabamos el sendero en un claro donde entra el viento y hace un frío de cojones, así que nos lanzamos por la pista de bajada y al sendero que nos lleva hasta la carretera; aparte de Emilio, que viene pisándonos los talones, poca presencia madrileña en la vertiginosa bajada.
Nos reagrupamos, cruzamos la carretera y enfilamos para la siguiente subidita del día: el Calvario, con sus bonitos tramos de piedra suelta, agua corriente y buena pendiente hasta llegar a la estación de tren de Navacerrada.
Nuevamente ganan los naveros el trofeo de la montaña. Allí nos dividimos en dos grupos: los hombres por un lado, que subimos por el monte con gran sufrimiento, y el resto de individuos que deciden ir a lo fácil y tirarse al asfalto. No haré más comentarios… mis piernas me dicen si no nos habremos pasado un poco de chulitos, ¡joder con los repechos, entre la rampa de hormigón de las primeras escaleras y el cortafuegos!
Tras reponer fuerzas, iniciamos la ascensión a la Bola del Mundo, salpicada de senderistas, ciclistas de montaña, de carretera, globeros y otra fauna habitual de la sierra. Aquí cada uno a su bola, empiezas intentando reservar, pero los continuos rampones te hacen apretar los dientes y acabas hasta los mismísimos de subir y subir y subir… hasta los 2250 m. de altitud. Hasta los senderistas nos animan en la ascensión, como si fuéramos ciclistas de verdad, ja, ja.
Por tocar otro poquito los huevos, los naveros nos coronamos vencedores también en esta ascensión, je, je, lo siento pero hemos hecho pleno. Estamos aclimatados a la altura y nuestros cuerpos no notan el descenso en la presión de oxígeno y funcionamos a tope. Un saludo al chaval de la bici de carretera que llevaba los manguitos super-fashion y que parecía que se iba a comer la ascensión, ¿eh Marcos? … hasta que se paró, ja, ja.
Una vez arriba, frío y viento, mucho frío. Nos damos una vueltecilla a ver si encontramos un lugar resguardado, pero está complicado, así que en cuanto llegan los últimos, una foto rápida y para abajo, en busca del siguiente reto, que es el pedregal que enlaza la pista de hormigón con el PR-17.
Nuevamente demostramos los naveros a qué terrenos estamos acostumbrados y bajamos montados para llegar los primeritos a las piedras y disfrutar de la brisa serrana en todo su esplendor. El viento pega aquí más fuerte incluso que en la Bola, insoportable, casi se nos lleva, así que esperamos a los andarines que llevan de la mano una bici en vez de perro y bajamos por el camino de vuelta al puerto de Navacerrada.
A por el último desafío del día: el Whistler, que no sé si se llama camino, senda o sendero, pero que es espectacular. Nos lanzamos a ver si somos capaces de hacerlo entero montados sin hostiarnos en el intento, que ya nos han avisado que aquí la gente tiene problemas para mantenerse sobre la bici.
Nos acompaña Emilio, con su mascota firmemente sujeta a su indestructible TopLine, y bajamos disfrutando a tope de esta maravilla de camino. Felicitar a Víctor, que sigue incorporando nuevos desafíos a las rutas aunque no sea terreno de su gusto, pero que a nosotros nos dejó con una sonrisita muy tontita en la cara; precioso el lugar, metidos en el bosque, un sendero estrechito con muchas y variadas dificultades, piedras, raíces, cortados, arroyitos. Alguna que no conseguimos lidiar, pero que la guardamos para la próxima después de ver a un menda con una rígida bajar unos escalones como si fuera lo más fácil del mundo, pero el resto puro disfrute (si te gusta bajar, claro).
Cuando vi el cambio del camino del tubo por el Whistler estuve un rato maldiciendo a Víctor por quitarnos lo mejor de la ruta de La Barranca y la Bola, pero hay que reconocer que ha mejorado incluso. Cierto es que por el tubo terminas bajando y aquí te queda subir un poquito, pero el Whistler lo merece con creces.
En el capítulo de incidentes, algunas caídas sin consecuencias graves, todas ellas para el grupo de Club de Campo y, en cuanto a pinchazos, para eso estábamos los naveros y aportamos uno para la galería, por el qué dirán. Gran momento que algunos aprovecharon para esconder bicis como si la vida les fuera en ello. Mira que son juguetones los chavales!
Una vez más nos hemos juntado con los chicos de Club de Campo y hemos disfrutado de una estupenda mañana de bici; muy buena ruta y estupenda compañía (aunque siga faltando el componente femenino, porque el ascendiente gay de algunos no es suficiente…) Seguiremos compartiendo rutas con vosotros de vez en cuando, y los Eskaladores pues… ¡ellos se lo pierden!
RESUMEN:
- Ruta----------------------------->10
- Meteorología-------------------->6
- Compañía:---------------------->9 (faltan un par de chicas...)
- Avituallamiento final---------->5 (ver nota a continuación)
- Eskaladores------------------->-2 (sin acritud)
Me han dicho que con la cerveza hubo algo de comer… ¿serían esos platos vacíos que había en la mesa??? Menos mal que tenía unas chocolatinas en la mochila!!!
(escrito por Pablo)
