DATOS DE LA RUTA
HORA DE SALIDA: 20:48
HORA DE LLEGADA: 23:44
TIEMPO DE PEDALEO: 02:11
TIEMPO TOTAL EMPLEADO: 02:56
DISTANCIA RECORRIDA: 41.8 Kms.
TEMPERATURA MEDIA: 22.6 ºC ( mín.: 19.0 ºC máx.: 25.0 ºC ).
SENTIDO DE REALIZACIÓN: habitual
OBSERVACIONES: Pinchazo de Juan Pablo Rubio.
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ASISTENTES: (7)
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caídas en la ruta: (0)
pinchazos en la ruta: (2)
averías en la ruta: (0)
"Por tan poco dinero no me esperaba el detalle de las cortezas..."
Después del parón estival, prácticamente dos meses en mi caso, me reengancho con el grupo. Ruta nocturna por el Canal del Mesto y los alrededores, de más o menos 40 kilómetros. 20.30 en el Club de Campo, salimos montados de casa, unos, otros no...
Yo, pletórico, se me acaban las vacaciones, me toca la crónica, se me olvida la poca luz que tenía..., una buena forma de empezar el curso.
Y, como nos introduce el título, parecía que la ruta no habría de tener mucha historia que contar pero al final siempre suceden anécdotas de todo tipo dignas de reflejar y compartir en este relato, que como dice nuestro Alcalde (cito literal: " ¡pero si hacer la crónica es un verdadero placer!, ¡un orgullo!...", sobraron voces que al unísono gritaron "¡pues hazlas tu todas!") es un placer. Bueno, en este caso me toca a mi y paso a contaros...
Siete bikers, número mágico donde los haya: los siete pecados capitales, los siete magníficos, las siete maravillas del mundo, las siete plagas de Egipto, los siete sabios de Grecia, Siete novias para siete hermanos, los siete chakras, los siete colores, los siete mares, los siete días de la semana, las siete notas musicales... pero tuvo que venir Víctor para supervisar la salida y se jodió el número mágico, asi que, que nos queda: El lobo y los siete cabritos o Blancanieves y los siete enanitos... vosotros veréis... si queréis lo votamos...
El comienzo, ya os lo imagináis, los saludos de rigor, David Martínez que nos tiene esperando hasta que se nos arregla, Víctor contando una y otra vez a todo el que se le acercaba al portátil los criterios a seguir para la elaboración de la planificación de la temporada en puertas, otro que vámonos que no tengo luces, que si he cambiado de burra, que si he pintado con gotelé, que si que putada que curro el fin de semana, que me faltan luces y veo menos que un gato de escayola...
Por fin en marcha, parecía que no iba a pasar nada, ritmo frenético con las últimas luces del ocaso. Transcurre la primera mitad de la etapa sin mucho que reseñar, salvo la duda que nos invadió en el primer cruce... si era mejor por delante o por detrás, después de un pequeño debate decidimos hacerlo por donde dios manda (leáse, por donde ponía en la planificación no vaya a ser que...). Otra paradita para encender los focos y poco más en esta primera parte.
Pasado San Agustín nos salimos del track para evitar las zarzas y discurrimos por una senda, que gana en espectacularidad iluminada por los focos, para llegar a la pista que en un descenso rápido nos acerca a la Cascada del Hervidero...no hay ninguna intención de visitarla, es lo que tienen las salidas nocturnas (salvo que se hagan con luna llena y no este nublado) que ver, lo que se dice ver... poco, bueno si, disfrutamos de una maravillosa sonrisa lunar y de miles de estrellas que observaban nuestro discurrir por el Canal del Mesto.
El Mesto, de día o de noche, te permite disfrutar, con especial cuidado ya que el polvo en suspensión dificultaba nuestra visión llegamos al Azud (que por cierto, le han puesto una verja que impide su visita, por lo que comimos las vituallas en las proximidades).
Al salir, y justo después de debatir la conveniencia o no de los sistemas antipinchazos... (-"que si sólo pincho 15 veces al año... - Oye David, que nos parecen muchas... no te estarás tirando el pisto... - Que digo con la bici... - ah bueno...") pishhhhhhhhh..., la rueda de Juan Pablo (o Jose, como quiera Flu) en el suelo y mientrás yo haciendo tiempo me pongo a mirar la mía y veo un pequeño abrojo "-no lo quites por si acaso... - si, lo sé, lo sé... pishhhhhhhhhh - ¿pero qué haces...? - Es que no he podido evitarlo...
Dura subida para seguir con los fotógrafos agazapados arriba que suavizándose nos acerca al cementerio del Molar donde el foco de Javi Sánchez dice hasta aquí. Continuamos, ahora con la pendiente a favor, descendiendo hasta los alrededores de la N-I, más bajada para llegar al Camino Viejo de Burgos donde nos esperaba la cena... los Javis nos llevan a buen ritmo a comernos unas deliciosas brebas que en su punto de maduración hacen las delicias de los asistentes.
Repuestos de energía nos ponemos en marcha dando prácticamente por finalizada la ruta, las ganas de llegar y el terreno favorable hacen que se imponga un fuerte ritmo que sólo se ve roto por la gran sorpresa de la jornada, en el kilómetro 38 a apenas 3 kilómetros de Club de Campo, se nos cruzan tres hermosos jabalíes de tamaño considerable que nos dejan boquiabiertos.
Sin más anécdotas llegamos a destino, donde nos esperaban Víctor y Adolfo para supervisar si pedíamos chorizo o no en el avituallamiento final. Y aunque chorizo no hubo no faltaron las risas, los chistes, los chascarrillos y un "instinto básico" que dejó a más de uno también con la boca abierta (como con los jabalíes...)
Como siempre un gran placer pedalear con ustedes sea de día o de noche, con o sin bicicleta.
¡Por las cosas de montar!
(escrito por Carlos Terán)
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