DATOS DE LA RUTA
HORA DE SALIDA: 09:15
HORA DE LLEGADA: 13:45
TIEMPO DE PEDALEO: 03:18
TIEMPO TOTAL EMPLEADO: 04:30
DISTANCIA RECORRIDA: 34.9 Kms.
TEMPERATURA MEDIA: 12.0 ºC ( mín.: 8.0 ºC máx.: 21.0 ºC ).
SENTIDO DE REALIZACIÓN: habitual
OBSERVACIONES: Pepe se deja las llaves dentro del coche y se le cierra, menos mal que la bici la tiene fuera y puede hacer la ruta con nosotros. Eso sí, tendrá que volver a Rascafría con otras llaves a por el coche.
Caída de David Mtnez. junto a la carretera del puerto de Cotos y gran susto pues cayó desde un par de metros. Al final sólo alguna magulladura. Javi Iglesias que se cae dos veces pero, como es vasco de boina roscá, no le pasa nada (¡ahí va la hostia!)
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Crónica de un día revuelto (RASCA-FRÍA – Cotos).
Amanecemos en Las Navas unos cuantos atrevidos dispuestos a dejar en ridículo la asistencia navera del año pasado a la Visita a Club de Campo, algo nada difícil teniendo en cuenta los que fuimos el año pasado, ¿eh, Maxi?
Cargamos las bicis en el transporte y cogemos el coche de Otman para ir a RASCA-FRÍA; tiene un Clío Williams de última generación que impresiona sólo con verlo, aunque vamos un poquito justos en su interior: es lo malo de los deportivos, que no dan concesiones a la comodidad.
Salimos zumbando y superamos el puerto de Navacerrada, medio mareados después de adelantar a un BMW… nada comparado con el Corvette amarillo que dejamos atrás a la vuelta, después de que nos adelantara de mala manera, pero eso es otra historia.
Llegamos a RASCA-FRÍA, descargamos las bicis, saludamos a todos los compis de Club de Campo y en marcha que, aunque no lo haya dicho, hace RASCA!
Víctor ejerce como Alkalde y cuenta las ovejas: 34, 26 de Club de Campo y 8 de Las Navas. Nos tendremos que multiplicar para poder hacer frente a un regimiento, je, je.
Abandonamos el pueblo, pasando al lado del río y con bastante sensación de frío; no es problema: en seguida empezamos a subir y subir y subir, por una pista un poco rota en algunos puntos y con rampones que nos hacen entrar en calor. Cada uno sube más o menos a su ritmo hasta que salimos a una praderita donde nos reagrupamos.
Un poquito de bajada y nos salimos por un senderito entretenido junto al Río de Peñalara, con algún paso difícil que nos lleva a la carretera: primer percance del día, y es que todavía no hemos aprendido a bajarnos de la bici, como para bajar trialeras!
Un poquito de asfalto y nos salimos por la derecha para subir por la Colada del Camino de las Vueltas (eso pone en el mapa) entre los pinos, preciosa, con algún tramo difícil de piedras pero que se sube con un poco de fuerza y otro poco de técnica. Terminado este tramo, volvemos a esperar un poco hasta que recomponemos el grupo y aprovechamos para comer un poco.
Salimos al aparcamiento de Cotos y cogemos otro tramo de carretera para empezar la parte interesante de la ruta, o sea, la bajada.
Empezamos por una pista rapidita, que abandonamos en un giro brusco a la derecha junto al Refugio del Pingarrón, para coger un senderito (PR 27): esto se anima!!! Empezamos a bajar el sendero, con bastantes piedras y unas cerradas zetas que hay que coger con mimo; llegamos a un arroyito (Arroyo de las Guarramillas) y ahí nos demuestra Javi Iglesias que cada uno cruza los puentes como le sale de ahí mismo, en su caso, con el hombro por delante. El pobre puente se queda temblando, pero resiste el envite.
Seguimos por el sendero un poco hacia arriba, más dificultades técnicas y otra vez para abajo por un tramo ya bastante complicado y con muchas piedras. El grupo trialero (o navajero según algún chalao) supera las dificultades sin demasiados problemas, mientras los ciclosenderistas descienden tranquilamente a pie.
Foto de grupo en el puente del arroyo de las Cerradillas. Sin contratiempos…
Continúa la bajada y desemboca en una pista un poco pedregosa al principio y más despejada después, por donde bajamos con rapidez hasta cruzar el Río de la Angostura; aquí empieza un camino más estrecho, sendero a veces, que pica hacia abajo paralelo al río, con alguna sorpresita, pero fácil y rápido en general, hasta llegar de nuevo a RASCA-FRÍA cuando empiezan a caer las primeras gotas.
Tormentón, que nos pilla metiéndonos con las bicis en el camión (los coches no dan para tanto) y al chiringuito a ver si nos dan de comer.
Mucho jaleo, mucha broma, mucha tontería, chavales, cada vez estáis más jóvenes, o más tontos, o yo qué sé, pero nos lo pasamos bien.
Estupenda ruta, por el perfil, por la variedad de terrenos (bueno, realmente no había ninguna de esas pistas cansinas que tanto les gustan a los carreteros, mejor), preciosos pinares y grandes desniveles que nos dan oportunidad de poner la técnica a prueba. Ya sé que resulto cansino con el tema, pero cuanto más practico más seguro me siento en las bajadas, en cuanto cambie de bici ya iré como los Santa Cruz boys, je, je.
Buen ambiente como siempre y no tardaremos mucho en hacer otra rutita juntos, que Víctor cada vez las hace mejores, es como los buenos vinos, mejora con los años ;-)
Algunos incidentes por usar material de mala calidad, como un cierre cabrón que no cierra y algunas ruedas que dejan escapar el aire de su interior aunque deberían hacer lo contrario. El resto, todo normal, dadas las circunstancias y el personal que nos juntamos…
(escrito por Pablo)
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