Los Senderos de La Cabrera. Vuelta completa a la Sierra de La Cabrera. 29-03-2015

Uno no sabe ya qué inventarse para que las crónicas sean originales y distintas, por ello y a riesgo de que sea un fracaso, me he atrevido a desempolvar los personajes de Walt Disney, Hanna Barbera y Warner para contaros lo que fue esta ruta, de recorrido nuevo y casi improvisado. Quiero pedir disculpas previamente si alguno no le gusta el personaje asignado y espero que nadie se sienta ofendido, lo he hecho con todo el cariño.

A las 7:40 llegan puntualmente los personajes al primer punto de encuentro aunque, eso sí, con mucho sueño. Todos se saludan efusivamente y es que hace mucho tiempo que no coinciden en un casting de animación todos juntos. Tres de ellos llevaban más tiempo que el resto sin acudir al plató.

Encontramos a Rafiki, el hechicero del Rey León, que anuncia buen tiempo para la jornada de hoy, si sus predicciones fueran malas no le hubiéramos visto por aquí.

Otra sorpresa, Mudito, uno de los enanitos de Blanca Nieves, vuelve al grupo después de una larga ausencia. Le intentan obligar a escribir el guión de esta película, pero no cuela, no le toca a él y lo niega con la cabeza (por eso es mudo).

Y Roger Rabbit que vuelve con sus amigos, los dibus, después de sus aventuras cinematográficas con los humanos. Sigue siendo el mismo y ha prometido aparecer más a menudo.

Gruñón, el otro enanito que ha aparecido hoy, en su línea, se queja de la planificación del director, de que algunos llegan tarde a la prueba, de... todo y amenaza con no venir a otras pruebas.

Tímido, el último de los enanitos, algo nuevo en estos asuntos, se está aficionando a acudir a ellos aunque en esta ocasión llega tarde y hay que esperarle. Los enanitos están algo tristes desde que nuestra bella Blancanieves, habitual en estos eventos hace tiempo, desapareciera con el príncipe y no haya vuelto a dar señales de vida.

Además han acudido a este punto Peter Pan, el Tío Sam, el Oso Yogui, la Reina de Corazones, Correcaminos y el conejo blanco de Alicia en el País de las Maravillas que siempre tiene prisa y anima al resto a irse ya.

De aquí parten todos juntos al lugar de comienzo de la prueba que más bien parece una "gincana" y que dilucidará quienes conseguirán un papel en la película.

En el punto de comienzo, han llegado el resto de personajes: Louis (el rey mono del Libro de la Selva), Goofy, Robin Hood, Carl Fredricksen (el vendedor de globos jubilado de UP), Michelangelo (tortuga ninja), Merlín y Pepito Grillo que llega en el último momento y es que le gusta dormir más que a nadie. Se ha apuntado una tortuga ninja pero ¿qué pinta en una película de Walt Disney y Hanna Barbera este tipejo? Nadie lo sabe, el caso es que lleva las armas y el caparazón de última tecnología.

Saludos y bromitas, a Roger Rabit le engañan, como siempre, aunque esta vez se da cuenta y consigue encontrar lo que sus compañeros le esconden. A la reina de corazones le intentan cambiar el trono de sitio, los guardias pillan al bromista, es Merlín que está juguetón. - Pero ¡qué falta de respeto!, ¡que le corten la cabeza!.

También hay que tener cuidado con el orangután Louis que está muy juguetón ultimamente, bueno, como siempre.

Comienza la prueba. Correcaminos y el Conejo Blanco de Alicia comienzan como siempre, con prisas, a toda pastilla y es que no lo pueden evitar.

La primera parte es la más accidentada. Correcaminos se cae por un precipicio, ¿pero no siempre el Coyote? el cuento al revés. Eso le pasa por ir tan rápido pero, Como es un dibujo animado, no le pasa nada. A Carl Friedriksen se le pincha el globo y realiza un aterrizaje forzoso. Tímido, el enanito, no ve un precipio. Ambos hacen sendos agujeros en el suelo que el dibujante se ocupa de reparar.

Pepito Grillo está en su salsa, saltando de piedra en piedra y de arbusto en arbusto, eso evita que la tome con alguien y le amargue la excursión ahora que no tiene a Pinoccho.

Se llega a la única población del recorrido. Foto de grupo, bromas y más bromas, son como niños.

A Tímido se le estopea su herramienta de trabajo, sin ella no puede continuar, el oso Yogui, siempre solidario, le ayuda. Depués de tantos años robando comida y sin trabajar se ha encontrado un oficio, el de afilador, esto ya no es lo que era.

Se llega al punto más alto, el puerto del Medio Celemín. Hay que esperar, Merlín aprovecha para instruir al resto, saca uno de sus libros y les explica la historia de este sitio entre bostezos de la gente, normalmente suele escribirlo pero hoy no le toca.

Pasan por una pradera encharcada y Gruñón se vuelve a quejar de que nadie haya venido el día anterior a quitar el agua.

Se para para comer. Peter Pan, que nunca madurará y a quien le duran los polvos mágicos a pesar de que Campanilla se enfadó con él por tocarla nó se qué. Hace tiempo que no se la ve y a Peter se le acabará la magia tarde o temprano. Merlín y el Oso Yogui, están como de costumbre graciosillos y obsequian a alguno que otro con souvenires de la tierra.

La prueba continúa por senderos divertidos. Los porteadores de la Reina de Corazones no pueden ir más deprisa, algunos se impacientan y la pasan rozando, otros se quejan de que va haciendo tapón, ¡que les corten la cabeza!

Hay que cruzar varios arroyos. Cada uno cruza como quiere o como puede. Rafiqui, salta de rama en rama para no mojarse, para eso es un mono. Merlín utiliza la magia para no rozar el agua. La Reina de Corazones es cruzada por sus porteadores, lo único que no se moja son los pies debido a algunos personajes juguetones que aprovechan para salpicar a diestro y siniestro. ¡Que les corten la cabeza! El resto se moja los pies, algunos casi se ahogan, los enanitos y Pepito Grillo que sigue buscando a Pinoccho.
Carl F. esta vez le pasa el río utilizando sus globos.

Se cruza una valla metálica por un estrechamiento lo que produce aglomeramiento. La Reina de Corazones cruza con todo su séquito, ¡cuidado que Peter Pan te quiere echar unos polvos mágicos! los porteadores salen corriendo y la reina da con sus huesos en el suelo, ¡que les corten la cabeza a todos! y ¡a Peter Pan el primero!

La expedición está terminando, se nota el cansancio, a Carl se le vuelven a pinchar los globos vuelve a morder el polvo, ¿le habrá cogido gustillo? Es sorprendente que el Tío Sam, que suele tropezarse con sus bigotes, se haya mantenido durante todo el trayecto sin morder el polvo, ¿habrá aprendido?

Al final del recorrido se sirven manjares por los lacayos de la reina de corazones. El ambiente es más tranquilo que en otras ocasiones y es porque no han venido ni el Capitán Garfio ni la Bestia que son un poco gays y suelen calentar el ambiente. Robin Hood aprovecha para sacar la pasta al resto de personajes, es para una buena causa, para dárselo a los pobres. Termina el banquete y despedidas demasiado efusivas debido al efecto del alcohol ingerido.