Subida al aparcamiento de La Barranca desde Moralzarzal y vuelta por Becerril. 26-04-2015

Subida al aparcamiento de La Barranca desde Moralzarzal y vuelta por Becerril. 26-04-2015

DATOS DE LA RUTA


HORA DE SALIDA: 08:49
HORA DE LLEGADA: 11:45
TIEMPO DE PEDALEO: 02:04
TIEMPO TOTAL EMPLEADO: 02:56
DISTANCIA RECORRIDA: 25.9 Kms.
TEMPERATURA MEDIA: 10.0 ºC ( mín.: 8.0 ºC máx.: 11.0 ºC ).
SENTIDO DE REALIZACIÓN: habitual

OBSERVACIONES: Ruta modificada y reducida en unos 12 Kms. del recorrido por la lluvia. Caida de Adolfo sin consecuencias. Pinchazo de David Verdes.

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ASISTENTES: (12)

 

caida
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Adolfo
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David Martínez
pinchazo
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David Verdes
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Goyo
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Javi Iglesias
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Javi Ignacio
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Javi Sánchez
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José Luis González
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Juan
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Juan Pablo
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Marcos
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Víctor

caídas en la ruta: (1)

pinchazos en la ruta: (1)

averías en la ruta: (0)

CRÓNICA DE UN DÍA LLUVIOSO

 

Se trata de un día extraño para esta época del año y dentro de esta pequeña parte del mundo. Sí es cierto que en primavera, estación en la que nos encontramos, no son extraños los cambios de temperatura bruscos, radicales, extremos; pasando en un día de un sol notable y una temperatura más que agradable a un empeoramiento general y lluvia, frío y viento abundantes.

            En todo caso, sí es cierto que la previsión del tiempo en internet echaba humo avisando de que el día prometía emociones fuertes, en forma de agua, barro y más agua. En otras ocasiones nos hemos encontrado con que el mal tiempo previsto se traducía en un día estupendo para la práctica ciclista, sin lluvia ni nada. En esta ocasión no ha sido así, y realmente es posible afirmar que la ruta, o el sucedáneo que hemos ciclado, estuvo marcada por las condiciones climatológicas desde las decisiones iniciales.

            Y es que, como no podía ser de otra manera, cuando llegamos a Moralzarzal sobre las 8.10 de la mañanita lluviosa, Juanillo y este Kerubín ya veíamos peligrar el día ciclista. Y como un Oráculo de predicción, empezaron a llegar los marikas y se confirmó la sospecha: que si no salimos, que si caen gotitas, vuelta para aquí, paraguas por allá, que si acortamos directamente en el Restaurante Mariano (que es sendero llano), …

            Pasando los minutos, sin decisiones claras, toma forma la idea de recorrer algunos sederos cercanos a Moralzarzal, y luego al bar. Sólo yo dije que al toro y a La Barranca, y cual Inquisición Española, casi tengo fuego purificador. Pues nada, a sacar las bicis y al tema; a la película serie B, que de la otra no hay. A todo esto ya casi es la hora del aperitivo; cosas de la democracia. Tiene gracia eso de la democracia, ya que en el MTB CDC y con los ACC’s habituales, las votaciones consisten siempre en lo mismo: a mano alzada y luego hacemos lo que le sale del sitio al alcalde. Como hoy tengo comida, me la vais comiendo entre todos y de paso me decís de qué color es mi naipe. Muy fino.

            Salimos sobre las 8:55 siguiendo el inicio del track, camino del Telégrafo, desviándonos a la altura de los Prados del Pinar para tomar un sendero que hemos hecho en otras ocasiones y nos evita subir hasta la bajada del somier, lugar mítico que este año no realizaremos. Otra vez será. La verdad es que el sendero ciclado está bien. Confesaré que yo casi aterrizo. Alguno más tuvo también problemas con las piedrecitas mojadas.

            Continuamos por la senda un par de kilómetros, hasta enlazar con el camino de bajada del somier y volver al track. Puro espejismo, la visión del GPS. Ya me estaba frotando las manos a lo Judas pensado que íbamos derechitos al mirador de Las Canchas, cuando me sacaron de mi ingenuidad las palabras del Alcalde: “que alquien le meta una polla en la boca”. Toda una demostración de cariño fraternal. Ni que decir tiene que seguí toda la ruta dando por ojete, a ver si dejaban de ser maricas y se volvían al lado oscuro. Pero nada.

            Así, a lo tonto, se llega al Embalse de Navacerrada. Recorremos el sendero de siempre, sin sorpresas, y llegamos al fondo del embalse. El track marca a la derecha; pues no, nos vamos a la izquierda. Pasamos la portezuela y nos adentramos en los senderos de acceso al pueblo de Navacerrada, cruce de río incluido. Varias opciones: casi todos cruzan por la derecha y con la bici en la mano. Javi Ignacio me dice que yo por la izquierda y montado, voy y casi me oxtio. Agolfo cruza por la derecha, pero montado: se oxtió. Monseñor por el medio, por encima de una valla de obra, después de calibrarla a mano. De cuento.

            Pasamos el pueblo y seguimos por la pista hasta el aparcamiento de La Barranca. Sigo pensando que parriba, que ya no queda nada hasta Las Canchas. Segundo chasco. Comemos y damos la vuelta. Vaya panda de gays. Pues nada, a volver. Llegamos a la base de la pista cayendo agua a sako. El grupo se divide: todos por las sendas del embalse excepto el cabezón del Alcalde, Marcos, José Luis y este cronista. Para que no fueran solos los tres, más que nada.

            Reencuentro en la falda del Alto del Hilo. Se decide ir por el sendero que la recorre. Previamente, pinchazo de este Kerubín en toda la rueda delantera. Digo yo que hinchando un poquito aguanta. Meto bomba, inflada a saco y, al sacar de nuevo, me rajo medio dedo con el disco de freno. Sangro como un gorrino (cago en mi calavera). Me sale hasta el turrón que me dio Marcos en el avituallamiento.

Encima la ruedaka pierde más aire que aceite Boris Izaguirre. Cojo herramientas. Me despisto medio segundo. Me desaparecen las gafas. Que no veo una mierda. Dónde coño va la rueda. Me la han chorizado. Ya no necesito una cámara; necesito una pistola. Aparece todo, reparamos (inestimable ayuda de Javi S., Marcos y Juan en el inflado, Goyete sacando y metiendo cubierta y el resto con sus comentarios morales y dando por culo, como yo habitualmente). Guardo todo. Miro la mochila y “milagro”, no hay piedrecitas de contrapeso.

Ciclamos por el sendero del Alto del Hilo, bajamos a la carretera y seguimos entre asfalto y alguna pista amplia hasta Moralzarzal. Todo cristo dándolo todo en plato grande. Goyo y Juan nos cierran al grupo tranquilo del fondo sur literalmente la portezuela en las narices. Muy solidarios (cabrones). Llegamos a los coches con 26 kilómetros en el cuerpo y entre una y dos horas por delante para ponernos gotxos a birra y raciones en buena compañía; por las cosas de montar. Y todavía nos preguntamos de qué color es el rey cipotenso de Víctor.

De bastos, claro.

 

David.

(escrito por David Verdes)


nº fotos/pág.

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Inicio de ruta, Moralzarzal.


Inicio de ruta, Moralzarzal.


Inicio de ruta, Moralzarzal.


Inicio de ruta, Moralzarzal.


Inicio de ruta, Moralzarzal.


Inicio de ruta, Moralzarzal.


Inicio de ruta, Moralzarzal.


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Inicio de ruta, Moralzarzal.


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