Vuelta Completa por el Parque Natural del Cañón del Río Lobos 15-11-2015
DATOS DE LA RUTA
OBSERVACIONES: - No tengo ni idea de cómo fue la cosa, pero la ruta es muy bonita. - Yo en cambio sí, pero has puesto lo principal ya. Solo añadir un frío enorme al principio, y que Emilio (esto es ,yo) pinchó lo impinchable. Los que le pisaron al acelerador llegaron hasta a buena hora a casa, así que no hay excusa. ⇒Ver descripción de la ruta realizada | ASISTENTES: (9)
caídas en la ruta: (0) pinchazos en la ruta: (1) averías en la ruta: (0) | ||||||||||||||||||||||||||||
Disfrutando de los senderos del cañón del río Lobos.
Mañana fresca de Noviembre, dos grados bajo cero a la llegada a Ucero, pero el cielo despejado presagiaba una soleada mañana de mountain bike por estos bonitos lares de la provincia de Soria.
Llegada al punto de encuentro del contingente madrileño con algo de retraso sobre la hora prevista. Nueve ciclistas atrevidos y madrugadores fueron los asistentes a la cita dominical. Saludos previos al personal, con el que hacía algún tiempo que no coincidía, y preparación de las bicis y atuendos ciclistas, pasando del corte de primavera-verano directamente al de invierno por el frío reinante. Frío, sí, pero nada comparado con el que hemos pasado en otras ocasiones en esta ruta…
Comienzo de la ruta. Tramo inicial por pista (hay que ir pensando en volver al sendero original…) con ritmo vivo, intentando entrar en calor, pero las zonas sombrías eran mayoría a esas horas en la entrada del cañón y no había forma de desentumecer las piernas.
Primera parada en la Ermita de San Bartolomé, con la consiguiente visita a la cueva. Unos breves momentos de relax y disfrute para todos, en especial para los que no conocían el lugar, y vuelta al pedaleo. Rápidamente alcanzamos la bifurcación principal del camino, sobre el kilómetro seis desde el inicio de la ruta. En esta ocasión dejamos el cauce del río a la izquierda, adentrándonos en el camino que siempre habíamos hecho de bajada, de vuelta al punto de partida. Hacerlo en este sentido, de subida, nos permitió disfrutar del sendero como si fuera la primera vez. De bajada, y al ritmo que se imprime en este tramo, no te da tiempo a contemplar lo bonito del lugar. Seis kilómetros más tarde, es increíble lo corto que se hace el trayecto cuando es entretenido y vas disfrutando, llegamos al final del sendero, a la salida del cañón. Breve parada, lo suficiente para reagrupar y disfrutar de ese sol radiante que hasta el momento habíamos intuido pero no visto, y continuamos la marcha.
A partir de aquí, todo por pista, a buen ritmo, de charla con los amigos (algún chiste del que prefiero no acordarme….) y sin incidentes, hasta Hontoria del Pinar, fin del tramo de ida de la ruta, lugar donde hicimos el avituallamiento de rigor. Mención especial a las viandas, en forma de un riquísimo chorizo de León y piquitos, que compartió con nosotros Adolfo. Sólo faltó la bota de vino… Este tipo de almuerzo sí que acompaña con el entorno, y no la química que nos metemos para el cuerpo en forma de barritas y geles. ¡¡Mi voto para hacer habitual este tipo de almuerzos en las rutas!!
Finalizado el avituallamiento, comienza el tramo de vuelta, bordeando el río Lobos hasta la misma entrada del parque. Fantástico tramo de veinticuatro kilómetros, todo sendero, sencillo en cuanto a dificultad, pero exigente en cuanto a esfuerzo físico, especialmente si lo haces a buen ritmo o, llevándolo al extremo, al ritmo que te permiten tus piernas (sendero + velocidad = diversión). Así lo hicimos, al menos hasta el puente de los siete ojos, dónde después de esperar un buen rato la llegada del grupo, nos enteramos que Emilio había tenido que poner cámara en una de sus ruedas tubeless. Este, a la postre, sería el único incidente, si se puede llamar así, de la jornada.
Una vez reagrupados, vuelta al sendero, a la velocidad y a la diversión. Así llegamos a la última parada de la jornada, de nuevo en la Ermita, para dar un respiro a las piernas y hacer la foto de grupo.
Para el último tramo hubo división en el grupo. Unos, la mayoría, decidieron ir por la pista utilizada en el camino de ida a primera hora, y el resto, Emilio y un servidor, apostamos por el sendero original de la ruta desde sus inicios, tramo que se había perdido hace un par de años por las obras de recuperación del entorno y que, a día de hoy, ya se ha recuperado por completo, incluyendo los pasos del río, permitiendo enlazar la Ermita con el restaurante de la entrada del parque sin necesidad de dejar el sendero. Queda apuntado para próximas ocasiones.
Fin de ruta en el bar, con una cervezas y torreznos (todo un clásico), con los que dimos por concluida una jornada fantástica de mountain bike del bueno (senderos, senderos, y senderos….). Pocas veces te encuentras con rutas de este kilometraje en el que el setenta por ciento del trayecto discurre por sendero.
Un placer chavales!!!! Hasta la próxima!!!.
JJ (escrito por Juanjo) |
Inicio de ruta... tremendo friamen
Comenzamos la ruta. Cañón del Río Lobos
Comenzamos la ruta. Cañón del Río Lobos
Comienzo de ruta, alcalde quejándose del frío. Cañón del Río Lobos
Comenzamos la ruta. Cañón del Río Lobos
Meñusco al frío, comienzo de ruta. Cañón del Río Lobos
Comenzamos la ruta. Cañón del Río Lobos
Comenzamos la ruta. Cañón del Río Lobos
Ermita Templaria en el Cañón del Rio Lobos
Cañón del Rio Lobos