DATOS DE LA RUTA
HORA DE SALIDA: 09:07
HORA DE LLEGADA: 14:13
TIEMPO DE PEDALEO: 03:43
TIEMPO TOTAL EMPLEADO: 05:6
DISTANCIA RECORRIDA: 50.3 Kms.
TEMPERATURA MEDIA: 11.0 ºC ( mín.: 7.5 ºC máx.: 13.0 ºC ).
SENTIDO DE REALIZACIÓN: habitual
OBSERVACIONES: Ruta nueva con tramos mezcla de nuevos y ya realizados. Pinchazo de Hugo en el comienzo de ruta: ya lo traía de casa. Caida de Hugo en las rampas de ascenso al primer bucle de El Pardo, sin consecuencias. La meterología respeta bastante, con poca lluvia, algo de viento y sendas y caminos en buen estado. Al final de la ruta, nada más entrar al Pardo, se hicieron tres grupos, unos bajaron directamente a los coches desde la Portillera del Tambor, otros hicieron el sendero de bajada volviendo paralelos a la carretera y sólo 4 ciclistas (Flu, Emilio and the atomic Yayos: Alejandro y José Luís) completaron el track completo.
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ASISTENTES: (18)
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caídas en la ruta: (1)
pinchazos en la ruta: (1)
averías en la ruta: (0)
Bonito paseo por los montes de El Pardo y Valdelatas
Dada mi falta de ganas y tiempo para hacer la crónica, tenía dudas sobre si hacer una crónica “alejandrina” (made in Alejandro Benito) o hacer una “clásica”. He optado por lo segundo, que Alejandro sólo hay uno.
El sitio de quedada, en Somontes, cerca de la casa del Rey. Como íbamos con el horario ajustado, no paramos para saludarle ni a él ni a la Leti.
De entrada, se nos cae de la convocatoria Pedro que estaba apuntado y, según nos comunica por WhatsApp, “no le daba tiempo a llegar desde su pueblo. ¡¡¡ Joder Pedro, hay que organizarse mejor!!!
Hoy contamos con la comparecencia de Jaime y Charly (los primos) que se dejan ver muy poco últimamente dadas sus obligaciones paternas. Siempre alegra tenerles al lado.
Destacar también la gran concurrencia de “bikers” en el aparcamiento de Somontes, pero lo cierto es que en la ruta no hemos tenido “mucho tráfico”. Eso sí, casi todos los bikers con los que nos hemos cruzado eran de los denominados “descenders” (ya sabéis, con sus extravagantes monturas, protecciones y cascos integrales). Solo les gusta bajar. Yo no comparto esa filosofía, hay que subir y bajar, meter y sacar…no se pueden hacer las cosas a medias.
Antes de empezar, avería de Hugo. Nos extrañó a todos dado que siempre trae en perfecto estado de revista el “material” y es raro que antes de empezar una ruta tengamos que esperarle por algún problema con su equipamiento.
Agradecimiento a Fergus y su wife por el fantástico bizcocho-tarta con el que nos deleitaron en la salida. Estaba realmente bueno Sr. Simpson. Además, nuestro entrañable gentleman inglés, hacia la presentación en sociedad de su nueva “máquina” que tiene una pinta fantástica y un color bastante sospechoso (creo que la ha comprado en Chueca-Bike 35).
Bueno, al lio. Para describir la primera parte de la ruta (la más conocida), os suelto una parrafada con la que seguro os sentiréis identificados: Subida tendida…..últimos metros hacia la tapia por una rampa algo empinada. Sendero divertido. Buen ritmo de bajada. Paradas intermedias para no perder a nadie, todo para abajo. Subida tendida por sendero hacia la tapia. Otra rampita.... bajada por las trincheras. Sendero con algún tramo algo más complicado, alguna rodera, peraltes, saltitos... ¡¡diversión!! , nueva subida hacia la tapia… corta pero más técnica, con unas buenas curvas y una última pared que te pone a 180 pulsaciones... o más... Reagrupamiento para recuperar el aliento y... para abajo otra vez seguimos con la diversión….etc. etc. Más senderos, toboganes, escalones y, cómo no, subidas, esta vez menos tendidas. Llegamos al famoso “Palomar” desde donde se inicia un vertiginoso y divertido descenso….otra vez a subir para ganar la parte alta de la tapia y enfilar hacia la puerta de Fuencarral donde iniciaremos la segunda parte buscando el Monte de Valdelatas.
Después de dudas y titubeos sobre el mejor camino para vadear un vallado puesto por el hombre blanco recientemente al lado del muro de El Pardo tirando ya hacía la carretera de Colmenar, llegamos a la altura de Cantoblanco donde hicimos una parada técnica para reponer fuerzas. Se nota que se han acabado las Navidades por los cuerpazos de algunos y por la gran cantidad de turrón y demás delicatesen que se vieron en la ruta (hay que acabar con las existencias).
Nos volvemos a poner en marcha, no sin antes tener que resolver un pequeño incidente con el freno delantero de la bici de Fergus. No sabemos cómo, pero sorprendentemente se le “encajó” en la maneta una brida que alguien habría perdido en el monte (ya sabéis, más cabrones que pinos).
Pedaleando y hablando, resulta que Goyo ha hecho la mili en Ceuta, yo en Melilla y Alejandro en León, hasta aquí, todo más o menos normal, historias de la puta mili. Pero llega Víctor y nos cuenta que él la hizo en Cartagena (también normal) pero que el peluquero que le pelaba, le arrimaba cebolleta. ¡¡¡ La ostia Víctor, parece que tienes imán!!!
Bueno, la segunda parte empezó con un divertidísimo sendero con sube y bajas, paralelo a la carretera de Colmenar, para seguir con un poco de carril bici y una bonita vuelta por el Monte de Valdelatas sin ningún incidente destacable. Bonitos paisajes, alguna que otra pista con rampitas llevaderas y, de vuelta a la valla de El Pardo.
Dado que íbamos un poco pegados de hora decidimos tirar recto para los coches (perdónanos David), aunque llegamos algo desperdigados a Somontes.
El tiempo nos ha respetado y, a pesar del viento en contra de algún que otro tramo, hemos podido disfrutar sin mojarnos y sin excesivo barro (salvo el inevitable Emilio).
Agradecimiento a David por la currada de una ruta tan divertida y por descubrirnos lugares tan cercanos para practicar nuestro deporte favorito.
Una pena no haberme podido quedar al tercer tiempo que supongo sería tan divertido como siempre y, seguramente, la gente del bar echará en falta parte de la cubertería.
(escrito por Javi Ignacio)
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